Detenido un miembro de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) que bloqueó la entrada al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en febrero. El activista radical ha sido arrestado por los Mossos d'Esquadra en Terrassa (Barcelona) tras eludir las citaciones judiciales por la causa.
Cabe recordar que junto a C.M., como se llama el independentista extremista, hay otras trece personas investigadas por desórdenes públicos. Dos de ellas, además, se enfrentan a cargos de resistencia y desobediencia a la autoridad. El fiscal pide para los radicales dos años y medio de privación de libertad por el tapón que crearon en la sede de la instancia judicial.
'Pasan' de la justicia
Pese a los graves cargos que penden sobre los 14 radicales, cuatro de ellos no han acudido a ninguna de las citaciones judiciales que fijó el juez que investiga el caso. Por ello, la sala de Instrucción número 31 de Barcelona dictó el pasado 19 de octubre una orden de detención contra los huidos de la justicia. La cúpula de los CDR precisó que los buscados eran miembros de la red extremista de Terrassa, Matadepera, Sabadell, todas poblaciones de Barcelona, y el barrio de Gracia de la Ciudad Condal.
Los CDR, bloqueando el TSJC el pasado 27 de septiembre / EFE
Los investigados no se escondieron, antes al contrario. Los miembros de los CDR dieron varias ruedas de prensa en público e incluso se dejaron ver en manifestaciones en sus municipios. Ocurrió el pasado 27 de septiembre, cuando los antisistema volvieron a bloquear la escalinata del TSJC, esta vez sin encadenarse, para protestar contra los cargos que penden sobre ellos. Entre ellos se encontraba el diputado de la CUP en el Parlamento catalá, Carles Riera. Los Mossos d'Esquadra volvieron a desalojarlos, esta vez sin detenciones. Volvieron a salir a la calle el 22 de octubre en Terrassa, e hicieron lo propio ante el TSJC, de nuevo, el 26 de octubre. Tres de los buscados fueron arrestados in situ.
Patadas y puñetazos a los Mossos
En su escrito de acusación, la Fiscalía recuerda que los 14 detenidos el 23 de febrero de este año, de los cuales trece fueron imputados al ser mayores de edad, "fueron corriendo hacia la entrada principal del edificio y cerraron sus puertas, que bloquearon con varias cadenas de hierro o de moto, para sentarse delante, encadenándose entre ellos y a las columnas exteriores del edificio, mientras los demás manifestantes permanecían sentados en la escalinata principal". Los CDR bloquearon también el acceso lateral para personas discapacitadas.
Tras varios avisos de los Mossos d'Esquadra, los activistas permanecieron sentados, impidiendo la entrada al personal y visitantes de la entrada judicial durante más de una hora. Otro grupo, a su vez, bloqueó parte de la avenida Lluís Companys, obligando a la fuerza pública a cortar el tráfico. Finalmente, el cuerpo autonómico de seguridad consiguió desalojar a los antisistema cortando las cadenas que habían colocado con cizallas. Aunque la mayoría de manifestantes fue retirado de forma relativamente pacífica, dos de los radicales propinaron patadas y puñetazos a los Mossos, por lo que se les imputan dos delitos más.