La enemistad entre Ada Colau y Elisenda Alamany viene de lejos. La alcaldesa de Barcelona la vetó como tándem de Xavier Domènech y la orilló en el último congreso de Catalunya en Comú. Pero ha sido ahora cuando ha estallado de forma pública la pugna entre el matrimonio Colau-Adrià Alemany, y la pareja formada por Alamany y Marc Grau. La portavoz del grupo parlamentario de Cataluña en Comú-Podem, identificada con el independentismo, es la impulsora del manifiesto Som Comuns. Som Sobiranistes, que ha hecho saltar las alarmas en la confluencia de izquierdas.
Sin embargo, algunas fuentes aseguran que el pulso no es ideológico, sino de poder.
Elisenda Alamany, portavoz parlamentaria de los comunes, y Marc Grau, excoordinador
Es un secreto a voces que Colau y Alemany aspiran a un liderazgo absoluto en los comunes, mientras que Alamany y Grau aspiraban a ser un contrapoder. Grau acaba de ser cesado como coordinador del grupo parlamentario “por pérdida de confianza”, según la presidenta del grupo, Jèssica Albiach. Se trata de un personaje controvertido que acabó mal en Terrassa en Comú, agrupación de la que procede.
Grau, asesor personal de Alamany
“Grau se comportaba como el asesor personal de Alamany, y no del grupo parlamentario. Cuando Domènech abandona el partido y todos sus cargos, Alamany se siente desprotegida y comienza a desconfiar de todos. Grau y ella se consideran en la necesidad de establecer una alianza con un animal político como Joan Josep Nuet (EUiA) para provocar una crisis”, explica un miembro de los comunes. Nuet “fue uno de los damnificados en las primarias, puesto que no salió elegido para formar parte de la comisión ejecutiva sino en el Consell Nacional. Pero al final, el único que gana algo es él, todos los demás pierden”.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, con su marido, Adrià Alemany, y su hijo, en las elecciones municipales
Otra fuente insinúa un montaje. “Alamany ha quedado aislada totalmente en el grupo parlamentario y quiere mantener su poder. Y se han inventado esto de que son soberanistas para forzar una negociación con la dirección del partido para que no les echen”, explica. Insiste en que “no es un tema ideológico, es un tema de poder y de promoción personal”.
Los desequilibrios tras la marcha de Domènech
Está claro que la dimisión de Domènech, que ya quiso tirar la toalla en dos ocasiones por sus desavenencias con Colau, ha desequilibrado Catalunya en Comú. “Él tenía mucho poder, algunos amigos y poco equipo político. En el territorio está más arraigada ICV, y Domènech siempre ha basado su fuerza en el apoyo del sector con alma cupera, trotskistas, independentistas y anticapitalistas. Sin Domènech, estos sectores no tienen la misma conexión con Colau”, añade este militante.
Así, el pulso de Alamany se revela como una arma de presión contra la alcaldesa y contra los comunes federalistas. ¿Qué hará en el futuro Colau? Portavoces de Catalunya en Comú aseguran que “ahora mismo no se contempla la dimisión de Alamany como portavoz”. En el caso de Nuet, aseguran en el partido que “jugará la baza de las municipales con Dolors Sabater, albanistas descarriados y comunistas independentistas”.