Los independentistas bloquean la recuperación de los barrios

Vecinos que recurren a una colecta para poder apuntalar sus viviendas. Una mujer que coloca una manta para tapar la separación de la pared del suelo de su piso. Está pasando. Es el barrio de los Merinals de Sabadell (Barcelona), donde 250 viviendas de siete bloques construidos a prisa y corriendo en 1956 para dar cobijo a personas llegadas del resto de España tienen peligro de derrumbe.

Esta situación, que ha dado lugar a numerosas movilizaciones –avisan los afectados que la aluminosis ya ha provocado desgracias, como la ocurrida en el Turó de la Peira--, solo es un ejemplo del deterioro de antiguas promociones de vivienda social que, con el paso de los años, salieron al mercado libre y fueron olvidadas por las administraciones.

La ley de barrios, aprobada por el ejecutivo tripartito en 2004, intentó solucionar esas carencias, pero los recortes aplicados por el Gobierno de Artur Mas torpedearon esas ayudas a la rehabilitación de barrios. Así, mientras en 2011, la Generalitat dedicaba 90 millones de euros a la mejora de viviendas, en 2017 se destinaron 35 millones. Y aunque ERC gobernaba con PSC e ICV cuando se impulsó la ley de barrios, los republicanos han votado en contra junto a Junts per Catalunya de elevar esas cantidades.

Ocurrió el pasado miércoles, en la Comisión de Territorio del Parlament, donde el diputado de Ciudadanos, Sergio Sanz, presentó una propuesta de resolución para solucionar de una vez el problema de los vecinos de Merinals y, al mismo tiempo, instar al Gobierno de la Generalitat a recuperar el nivel de inversión presupuestaria a la mejora de los barrrios anterior a 2011. “El Govern recorta en esas políticas, pero destina 20 millones extra para TV3. Dice que es calderilla. Pero estos barrios lo necesitan”, afirmó Sanz.

"Demasiado genérica"

JxCAT y ERC votaron a favor de actuar en el barrio de Sabadell, pero impidieron que prosperara el punto relativo a aumentar el presupuesto destinado a los barrios. Vinieron a decir que la iniciativa de Cs era “demasiado genérica”. Y que, según la diputada republicana, Eva Baró, solo pretendía buscar el “desgaste” del Govern. Por parte de Junts per Catalunya, Narcís Clara calificó de “sorprendente” la propuesta de la formación naranja y aseguró que, en 2019, los vecinos de Merinals ya podrán mudarse a los edificios nuevos destinados por la administración.

Por el contrario, PSC y Catalunya en Comú-Podem apoyaron la propuesta. “Vino en Sabadell y conozco perfectamente la situación de Merinals. Los vecinos se han visto obligados a hacer recolectas para apuntalar sus casas. Es un barrio humilde. Y cuando han querido reunirse con el consejero de Territorio, no les ha recibido”, dijo el diputado socialista Pol Gibert. En la misma línea, Susanna Segovia, del grupo de los comunes, advirtió de la “desgracia” que puede ocurrir en un barrio cuyos vecinos “que se han manifestado ante la Agencia de la Vivienda de Cataluña”. Y explicó el caso de una mujer que suele colocar una manta en el suelo detrás del sofá porque “la pared se ha separado de la tierra”.