El objetivo es fingir desobediencia o desacato al Estado sin infringir explícitamente la ley. Una estrategia que encaja perfectamente con la agitación que los independentistas quieren mantener durante este nuevo curso político. Dicho de otra manera, el "otoño caliente" pasa, de momento, por mucha agitprop que se ha hecho extensiva a las instituciones catalanas. Esa gesticulación mantiene bloqueado el Parlament, donde los plenos se han pospuesto al mes de octubre debido a la falta de acuerdo entre Junts per Catalunya sobre los efectos de la suspensión de seis diputados procesados por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena. A saber: Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva, Josep Rull y Jordi Sànchez.
Pero es que, además, esas discrepancias han calado en las comisiones parlamentarias. La Mesa acordó ayer por mayoría que los empates en las votaciones de una comisión puedan dirimirse ponderando los votos con el número de diputados que cada grupo tiene en el pleno ya que se considera que se mantiene “la condición plena de miembros del Parlament, de acuerdo con el criterio sostenido habitualmente en la Cámara”. Dicho de otra manera, se impone el criterio de que las mayorías parlamentarias son las que salieron de las urnas en las elecciones del 21D.
Empate y voto ponderado
La Mesa ha tomado este acuerdo a raíz de la solicitud de la presidenta de la Comisión de Territorio, la socialista Assumpta Escarp, presentada la semana pasada, donde se produjo un empate en las votaciones en la última sesión. Las formaciones independentistas reclamaban el voto ponderado, pero tanto PSC como Ciudadanos recuerdan que los seis diputados procesados no cobran, no pueden votar y, por tanto, no hay desempate. El debate técnico visualizó las diferencias entre el letrado mayor, Joan Ridao, exdirigente de ERC, y su predecesor, Antoni Bayona.
Los grupos PSC-Unidos y Ciudadanos presentaron ayer por la tarde peticiones de reconsideración al acuerdo. Por ello, la Mesa ha suspendido su decisión a la espera de resolver esas demandas de la oposición.
La reacción de Junts per Catalunya no se ha hecho esperar, pues su portavoz adjunto en el Parlament, Eduard Pujol, ha acusado a estas formaciones de querer cambiar las mayorías parlamentarias a base de "golpes de Estado en despachos". De esta forma, los neoconvergentes se posicionaban al lado de la CUP, partidaria de que la soberanía parlamentaria está por encima de las resoluciones judiciales.
El 'caso Josu Ternera'
En su petición de reconsideración, el PSC compara la situación con la del etarra Josu Ternera, suspendido de cargo en el Parlamento vasco. Los letrados de esta Cámara dictaminaron que el voto ponderado solo se podrá realizar sobre los parlamentarios que tiene derecho a voto.
Por su parte, Ciudadanos denuncia en su escrito que “hasta el día de hoy, la Mesa del Parlamento no ha adoptado medida alguna para la efectividad de la suspensión legal obligatoria de dichos diputados a pesar de que así se le ha comunicado e instado fehacientemente por el Tribunal Supremo”. Añade que “del artículo 102.2 del Reglamento del Parlamento de Cataluña pues el mismo exige para el empleo de la ponderación de votos que se tenga en cuenta los votos de los que dispone cada grupo en el pleno. Y es jurídicamente indudable que la suspensión de los diputados anteriormente nombrados ha implicado la indisponibilidad e ineficacia, al menos temporal, de dichos derechos de voto en cualquier órgano parlamentario, incluido el pleno”.