Alto y claro. Los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) han amenazado hoy con un "otoño caliente" en Cataluña y han llamado al Gobierno catalán a que "desobedezca en los despachos como hacen ellos en la calle". Los grupos radicales han intervenido en la manifestación independentista de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) para la Diada del 11 de septiembre.
Desde el escenario de la concurrida marcha en la avenida Diagonal, que ha reunido a un millón de personas según la Guardia Urbana y a 200.000 personas según Sociedad Civil Catalana (SCC), una representante de los CDR ha avisado al Govern de que la red antisistema "está dispuesta a llegar a donde haga falta" por la secesión. Según la representante de los grupos radicales, "el mandato del pueblo no se negocia", en referencia al referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre de 2017.
"Desobedeced"
Aunque la activista ha tenido palabras de apoyo para Tamara Vila y Adrià Carrasco, dos de sus militantes que están siendo investigados por un supuesto delito de terrorismo y huidos de la justicia, respectivamente, el mensaje principal de los CDR se ha dirigido al Ejecutivo catalán que comanda Quim Torra. "Cuando un pueblo manda, un Gobierno obedece", ha alertado la portavoz.
Según ella, el Gobierno catalán de Torra debe "abandonar los intereses partidistas, los proyectos autonómicos y los pasos hacia atrás". Ha agregado que el Govern debería "desobedecer en los despachos como nosotros lo hacemos en la calle, que ya estamos hartos de simbolismos".
Acción en las calles
Cuando el independentismo muestra su más profunda división sobre los próximos pasos a seguir, los CDR han tratado de usar la manifestación de hoy en la avenida Diagonal en un altavoz hacia su hoja de ruta unilateral, que cada vez concita menos apoyos. "Pondremos la voz, las manos y el corazón. siempre con la acción pacífica y no violenta como bandera".
La representante de la red radical se ha quejado de lo que ha descrito como "feroz represión que sufren cada día". Se ha quejado de un "asedio policial" que viven los radicales por parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y los Mossos d'Esquadra.