Puede sonar contradictorio, pero la burbuja inmobiliaria que comienza a crecer impide acabar las obras en los centros escolares. Así lo han denunciado los ayuntamientos afectados en sus reuniones con el consejero de Enseñanza, Josep Bargalló (ERC), que lleva poco más de cien días al frente de este negociado. El problema es que los concursos de obras menores que convoca el Gobierno catalán, los necesarios para realizar trabajos de mantenimiento o reparaciones para poner a punto los colegios de cara al nuevo curso quedan desiertos, pues las empresas no se presentan. Prefieren dedicar sus recursos a construcciones más importantes y éstas comienzan a proliferar, dado el repunte del sector inmobiliario.
Fuentes del sector educativo denuncian a Crónica Global lo que califican una falta de planificación ante el inicio del nuevo curso escolar. También expresan su estupor cuando el consejero atribuye a las intensas lluvias el estado en que se encuentran algunas escuelas.
Una treintena de obras no acabadas
En efecto, Cataluña arrancará el curso escolar con una treintena de escuelas con obras no finalizadas. Bargalló se escudó en la aplicación del artículo 155 y en las malas condiciones meteorológicas del verano para justificar esos retrasos. El consejero asegura que fueron los gestores de la intervención catalana quienes olvidaron firmar los expedientes para tramitar las obras.
Sin embargo, varios ayuntamientos han denunciado que lo que ocurre en realidad es que las empresas constructoras rechazan presentarse a esos concursos de obras menores.
El Departamento de Enseñanza asegura haber invertido 67 millones de euros en obras de nueva construcción, rehabilitación y grandes ampliaciones de centros; así como 34 millones en actuaciones de mejoras de centros.
El nuevo curso comenzará con 1.567.316 alumnos, lo que supone 1.299 más que el año anterior. El crecimiento más importante se da a la educación secundaria y la formación profesional -que crecen en 9.682 alumnos y 3.637 alumnos respectivamente-- y por el contrario disminuye la educación infantil y primaria -9.915 alumnos menos-.
Los impagos a los ayuntamientos por las guarderías
La educación de 0 a 3 años es uno de los frentex abiertos del consejero Bargalló, quien se comprometió a pagar el dinero que el Govern debe a los ayuntamientos debido a la decisión del Ejecutivo de Artur Mas de eliminar las subvenciones a las guarderías. Así lo ordenan varias sentencias judiciales tras los recursos presentados por decenas de ayuntamientos en su mayoría socialistas como L’Hospitalet o Cornellà, aunque también se sumó la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (BComú) o el alcalde de Reus, Carles Pellicer (PDeCAT). No se descarta otro alud de recursos municipales.
En este sentido, la secretaria general de Enseñanza, Núria Cuenca, se ha mostrado inflexible con los ayuntamientos, a quienes ha pedido que no pidan la ejecución de las sentencias, según han explicado cargos municipales a este diario. Advierte de que, si se realizan esos pagos ahora, se podrán en peligro las futuras inversiones.
La amenaza ha provocado malestar en la comunidad educativa. Si a esta situación se añaden los problemas que va a tener la Generalitat para aprobar los nuevos presupuestos de 2019 –los socios de gobierno, Junts per Catalunya y ERC, no tienen asegurada la mayoría por sus discrepancias con la CUP--, va a resultar muy difícil que se reviertan los recortes aplicados durante la crisis.