El líder de ERC en el Congreso de los Diputados, Joan Tardà, ha confirmado este jueves que la conferencia de Quim Torra del próximo 4 de septiembre se pedirá al Gobierno pactar un nuevo referéndum en Cataluña. Considera que la solución de la crisis catalana pasa inevitablemente por las urnas y que esta votación no es necesario que sea en una fecha inmediata. Pero si Pedro Sánchez se niega a ello, advierte que el único camino que les quedará es el de la desobediencia.
¿Cómo se materializa? “Se puede desobedecer con la protesta popular y ver qué propuestas de movilización se impulsan para que el mundo le queden claro las injusticias”, ha explicado el republicano en una entrevista en Rac 1. Tardà asegura que los independentistas han hecho un gran camino para llegar a conseguir el apoyo de “casi el 50% de los catalanes”, pero reconoce que aún no cuentan con la mayoría absoluta para poder tirar adelante con los planes de secesión.
Ampliar los apoyos
“Debemos hacer un camino muy amplio y que quepa más gente”, afirma, “y no hacer este camino cuando seamos independientes”. Este “camino ancho” se deberá recurrir, según su relato, junto a los socialistas de Miquel Iceta y los comunes de Ada Colau. Dos partidos a los que Tardà asegura que se deberá hablar y negociar los avances que se deben dar para llegar a la votación de autodeterminación. Y remarca que tampoco se puede dejar de lado a las formaciones con una posición pública más frontal al procés, Ciudadanos y PP.
Indica que la “historia se ha acelerado” por cuestiones como la crisis económica y por el reconocimiento desde algunas fuerzas estatales (PSOE y Podemos) del Estado plurinacional. Un escenario que ha propiciado que “catalanes no independentistas” se planteen en serio si la república catalana sería una mejor opción política. Pero, de nuevo, remarca que los avances no son suficientes.
Diálogo sin plazos
“Oriol [Junqueras] siempre me dice un solo pueblo, con todas las derivadas de esta sentencia”, ha declarado, “ser capaces de entender todos los relatos y la psicología completa de los catalanes que no piensan como nosotros”. Es decir, “diálogo, diálogo y diálogo”.
Tardà, cuyas tesis resultan incómodas para los independentistas radicales, asegura que la “bandera del diálogo debe estar siempre más arriba que la de la desobediencia”. Señala que su partido apuesta por esta negociación a largo plazo y sin unos plazos demasiados determinados. “Diálogo es la palabra que queremos sentir el 90% de los ciudadanos de Cataluña”.
“Debemos trabajar por una solución democrática del conflicto que contente a todos los catalanes”, incluso los que abrazan las tesis independentistas. “La ciudadanía reclama que resolvamos conflictos, no quiere que nos peleemos”.
Moción de censura
El líder de ERC mantiene que un “PSOE con Podemos siempre será un gobierno más dialogante, aunque nos castiguen, que uno del PP apoyado por Ciudadanos”. Ha asegurado que no se arrepiente de haber apoyado la moción de censura al Gobierno de Mariano Rajoy sin recibir nada a cambio, aunque relata que los socialistas le preguntaron cuál era el precio de su voto, porque era necesario echar de Moncloa “a los ladrones”.
Los republicanos nunca tuvieron dudas de apoyar la iniciativa socialista, aunque el partido hubiera apoyado la aplicación del artículo 155 en Cataluña tras la proclamación simbólica de la república.
Gobierno ‘bicolor’
Tardà también ha mostrado entre líneas las diferencias con la formación de Carles Puigdemont en las tesis independentistas. De hecho, ha reivindicado que el actual Gobierno de la Generalitat “no es monocolor” y que se trata del Ejecutivo “Torrar-Aragonès”.
Deja claro que la apuesta republicana ante el otoño caliente que se ha anunciado en Cataluña pasa por abrir este diálogo, que no se vería con buenos ojos desde el entorno del expresidente catalán. La conclusión de Tardà es clara: “Si debemos desobedecer, la democracia habrá fracasado”.