"Yo soy votante del PSC, Pedrista y quiero que se respeten los espacios públicos". Así se expresa una de las organizadoras del grupo de individuos que el pasado 17 de agosto fue retenido por los Mossos d'Esquadra en Tarragona mientras limpiaba la vía pública de los lazos amarillos.
Esta vecina de Reus, que prefiere mantenerse en el anonimato, iba en el único coche que pudo esquivar el control policial la noche en que 14 de sus compañeros fueron identificados. "Iba en el cuarto coche. El que la policía no paró. Yo organizaba la salida. Incautaron los mapas a mis compañeros y se quedaron el material (escaleras, cútters, guantes, etc.) que llevaban por la noche".
La noche en que los Mossos retuvieron a los individuos en Tarragona que limpiaban lazos amarillos
"Trato vejatorio"
No es la primera vez que la implicada vive uno de estos episodios con la policía autonómica y la policía local y asegura que "se extralimitan en sus funciones". "Durante la intervención policial en Móra la Nova, los identificados fueron sometidos por quien ejercía de jefa del dispositivo policial y otro mosso a un trato degradante, con vejaciones, humillaciones, coacciones y una actitud hostil e intimidatoria, motivado por un manifiesto odio ideológico", esgrime según lo que le han contado los que fueron retenidos.
Esta vecina de Lleida también explica otros casos que presenció directamente y en los que, según su versión, también recibieron un trato humillante de las fuerzas de seguridad: "Retuvieron a un miembro de nuestro grupo en un pueblo de Lleida y cuando preguntamos por él a un policía porque no lo encontramos nos dijo que ellos no 'recogían mierda'". "Lo mismo con los concejales. En el Ayuntamiento de Salou la concejal de Comercio nos llamó directamente fascistas y en el consistorio de Riudoms vimos a la brigada local colocando la pancarta independentista", remacha.
La brigada municipal de Riudoms colocando una pancarta independentista
La cara, ¿al descubierto?
La implicada tiene mucho interés en desmentir la imagen que, a su juicio, dan los "medios de comunicación nacionalistas" sobre el grupo del que forma parte, autodenominado Resistencia Alta Tabarnia: "Se trata de un grupo muy plural. Y tenemos gente de todas las edades. Nada de extrema derecha. Es para reírse cuando nos llaman comando-militares. Si tenemos que mirar los mapas para no perdernos".
Asimismo asegura que las acciones las llevan a cabo con la cara descubierta y que solo se la cubren cuando un independentista les increpa: "No queremos que nos graven con el móvil. Hay una web en Reus que se llama Reus antifeixista que comparte las fotos y nuestras identidades".
"En octubre llegamos al límite"
Lo que le llevó a unirse al grupo fue los acontecimientos políticos que tuvieron lugar en octubre, con el referéndum ilegal y la posterior declaración unilateral de independencia. "En octubre llegamos al límite. Cada vez que sales a la calle te encuentras con un recordatorio constante de que tus derechos se lo pasan por el forro, que no contamos. Solo valen los independentistas para los ayuntamientos, nosotros no estamos representados. Es increíble los lazos que te puedes encontrar por todas partes".
Esta mujer, que ronda los 50 años de edad, pide una reflexión a los independentistas: "En sus casas que cuelguen lo que quieran, pero yo no quiero que los parques donde juegan nuestros hijos y nietos estén llenos de símbolos partidistas".
La nueva decisión de la Fiscalía de investigar a los Mossos que identificaron a las personas que quitaban lazos del espacio público ha sido recibido como un bálsamo por esta miembro de Resistencia Alta Tabarnia: "Empezamos a ver que contamos, que se nos está escuchando y que están viendo la realidad política a la que nos enfrentamos en Cataluña".