El juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, se ha visto obligado a cambiar su destino vacacional. El magistrado veranea desde hace años en una pequeña localidad de los Pirineos catalanes, pero la tensa situación que se vive todavía en Cataluña y el constante acoso de los CDR han forzado al magistrado a cambiar de destino a última hora. Los problemas para garantizar su seguridad y la de su familia ante posibles escraches, insultos o agresiones desde su llegada a la Comunidad a finales de julio han llevado a Llarena a abandonar su segunda residencia y buscar un destino más tranquilo fuera de España.
Ha decidido trasladarse a Francia, según publica El Confidencial. Teme nuevas represalias políticas por instruir la causa contra el Govern depuesto de Carles Puigdemont, acusado de rebelión y sedición.
Acoso constante
Desde su llegada a los Pirineos, los CDR han estado muy atentos a los movimientos del magistrado. Fue increpado por un grupo de independentistas radicales a finales de julio tras cenar en un restaurante de Mont-ras (Girona) con una veintena de amigos entre los que se encontraba el concejal y presidente del grupo municipal del PP en Barcelona, Alberto Fernández Díaz. Una quincena de personas le esperaron a la salida al grito de "las calles serán siempre nuestras" y golpearon el coche en el que viajaba.
Los indicios sobre posibles nuevos ataques han obligado a la familia del instructor de la causa del referéndum a cambiar sus planes. Otro de los factores determinantes ha sido la falta de seguridad de la localidad en la que reside. Con apenas 200 habitantes, no hay vigilancia policial.
Ataques en preparación
Los independentistas radicales ya conocen dónde se sitúa el domicilio y las vías de salida no son suficientes, cuestión clave a la hora de diseñar un dispositivo. Las fuerzas de seguridad habían informaron al juez de las conversaciones interceptadas en redes sociales, principalmente Twitter, para planear nuevos ataques en La Cerdaña. De nuevo, a manos de los CDR.
Arran, las juventudes de la CUP, también atacaron el domicilio. Realizaron pintadas amenazantes contra el juez en la puerta de su casa de vacaciones.