El Ayuntamiento de Barcelona, que comanda Ada Colau, no cobra el 68% de las multas por incivismo. Así los consignan los datos de 2017, que también revelan que las sanciones por infracciones de las ordenanzas municipales bajaron un 20% el pasado ejercicio. Por su parte, la recaudación de estas multas cayó un 25%.
Según ha denunciado el PP hoy martes, 7 de agosto, el Ejecutivo de Colau impuso 107.453 sanciones por incivismo el pasado ejercicio, una caída de un 20% respecto a los 133.978 expedientes tramitados en 2016. Con lo que respecta a liquidación, y según cifras del presupuesto municipal, el importe liquidado por estas sanciones pasó de 24,2 millones a 18,2 millones en 2017, un descenso del 25%.
"Ser gamberro sale gratis en Barcelona"
El grupo municipal que comanda Alberto Fernández Díaz ha hecho hincapié en otra cifra relevante: el Ayuntamiento de Barcelona sólo ha cobrado el 22% del total de la liquidación contabilizada en el presupuesto. En otras palabras, el Ejecutivo local de Barcelona en Comú (BComú) es incapaz de cobrar el 68% de las multas por vulnerar la normativa municipal. Sólo pudo recuperar para las arcas públicas 5,7 millones de euros de los 18,19 millones presupuestados en 2017.
A tenor de estas cifras, el líder del grupo municipal popular se ha mostrado "sorprendido" de la bajada del importe liquidado por sanciones. Asimismo, Fernández Díaz ha lamentado "la permisividad municipal en el cobro de sanciones es la muestra de que ser gamberro e infringir la ordenanza de civismo sale gratis en Barcelona". En opinión del electo, debería de haber "tolerancia cero contra los incívicos, porque la ordenanza no puede ser de escaparate, tiene que servir para aplicarla con firmeza y ofrecer respeto a aquellos barceloneses que pagan sus impuestos y cumplen las normativas municipales".
Repunte del incivismo
Los datos aportados por el PP llegan en pleno debate sobre el repunte de las actitudes incívicas en Barcelona. La cadena se inició la semana pasada con la brutal agresión a un turista por parte de manteros en el centro de la ciudad. Al día siguiente, hubo un conato de revuelta de vendedores ambulantes en la Barceloneta, como informó este medio. Ya fin de semana se produjeron al menos cuatro ataques en el barrio del Raval, uno de ellos con una navaja.
A este respecto, el presidente del grupo municipal popular ha lamentado que Colau "baje la guardia a la hora de hacer cumplir la ordenanza de civismo, rebajando sustancialmente las denuncias por incivismo". Según Fernández Díaz, "Barcelona se le ha ido de las manos a la alcaldesa, ya no solo en seguridad, sino también en materia de civismo".