El consejero de Exteriores, Ernest Maragall, se ha mostrado contrariado y perplejo ante la posición del Gobierno de Pedro Sánchez, expresada en la Comisión Bilateral Estado-Generalitat. El Gobierno catalán asegura que seguirá “batallando” por alcanzar “la normalidad”, y esa situación sólo se alcanzará con una solución sobre los políticos presos y los políticos que siguen fuera de España. Maragall lo ha reclamado directamente en una entrevista en Rac1 al entender que la Fiscalía “ya debería haber tomado decisiones” tras lo que ha “ocurrido” en Alemania, en alusión a la respuesta de la justicia alemana, que negó la extradición de Carles Puigdemont bajo la acusación del delito de rebelión.
Maragall ha considerado que hay “violencia institucional” y “violencia judicial”, y que el Gobierno de Pedro Sánchez “no puede pretender que se llega a la normalidad con la vuelta a los foros multilaterales o porque se ha celebrado una reunión de la Comisión Bilateral Estado-Generalitat”. A su juicio, el Gobierno no puede decir que no tiene nada que ver con el sistema judicial, "cuando se activó de una forma clara, en su momento, con una relación estrecha entre el Gobierno y la Fiscalía del Estado".
"Violencia institucional"
El Gobierno catalán sale de la reunión con la percepción de que el Ejecutivo español va ganando tiempo, que intenta avanzar en la gestión de cuestiones que quedan pendientes, pero sin entrar en ningún momento en el fondo del problema, que para el Ejecutivo de Quim Torra sólo puede pasar por la situación de los políticos presos.
“Se crítica la excesiva presencia de lazos amarillos, o se vuelve a lo que ocurrió en el Parlament el pasado mes de septiembre, pero no se habla de la violencia institucional, o de los actos en la calle, de violencia real”, ha asegurado Maragall en relación a algunos actos protagonizados, según los afectados, por la ultraderecha en diversas localidades catalanas.
Autodeterminación
Maragall ha insistido en que el Gobierno no debería ignorar que en Cataluña existe “una mayoría” que apuesta por el reconocimiento del derecho a la autodeterminación.
“Se dice que no existe, que no se puede aplicar el derecho de autodeterminación, y lo que les decimos es que lo vean de forma diferente, de cómo quieren mostrar un camino democrático, siguiendo lo que ocurrió en el Reino Unido con Escocia, por ejemplo”, ha insistido el consejero de Exteriores, con la idea de que se aborde y se negocie cómo se puede dar respuesta a esa demanda, sin pronunciar en ningún momento la palabra independencia.