Ada Colau se hace la foto y huye de los periodistas. La alcaldesa de Barcelona ha esquivado a la prensa un día antes de que la oposición le pida explicaciones por el descuadre presupuestario en el Ayuntamiento de Barcelona y los posibles recortes que ello conllevará.
Durante la presentación del nuevo convenio laboral con los trabajadores del Ayuntamiento de Barcelona, la munícipe ha eludido a los reporteros. Ha dejado hablar a los representantes sindicales para después instar a los periodistas a que "si les queda alguna duda, preguntar a los delegados de los trabajadores". Eso sí, Colau no ha olvidado invitar a todos los presentes en el acto a hacerse una foto de grupo en la escalinata de la Galería Gótica de la casa consistorial. Según su agenda oficial [ver aquí], la primera edil no tenía compromiso oficial alguno hasta 45 minutos después en el mismo lugar, donde Colau ha inaugurado el salón Integrated Systems Europe (ISE).
"Vigilantes para que se cumpla"
Antes del plantón, los sindicatos mayoritarios en el Ayuntamiento de Barcelona se han congratulado por un acuerdo de condiciones laborales con validez hasta el 2020. La parte social (CCOO, UGT y Sapol) ha recordado que el nuevo pacto, que llega tras diez años, "se ha producido tras arduas negociaciones" con los representantes municipales.
Algunos de los delegados de los trabajadores han indicado también a este medio que "permanecerán alerta de que se cumpla lo pactado a partir de septiembre", especialmente en lo relativo a los días de libranza, las reducciones de jornadas en Bomberos o Guardia Urbana o los turnos flexibles por cuidado de hijos con discapacidad o padres o madres en situación de dependencia.
"Sin impacto por los recortes"
Por su parte, el concejal de Presidencia, Agua y Energía, Eloi Badia, que sí ha atendido a los medios de comunicación tras la espantada de la alcaldesa Ada Colau, ha señalado que el nuevo convenio 2018-2020 con los 8.000 empleados municipales no se verá afectado por la crítica situación de la tesorería municipal. Badia ha insistido que lo que cueste el convenio "no se imputará a déficit" y ha vuelto a hacer hincapié en que algunas tasas e impuestos municipales presentan una tendencia al alza.
Ello no lo comparte la oposición, que mañana, viernes 20 de junio, acorralará al gobierno municipal de Barcelona en Comú (BComú) por el boquete en las cuentas públicas. Según cálculos del PSC, que accedió a información interna del Ayuntamiento, la caída de recaudación del impuesto de bienes inmuebles (IBI) y la plusvalía municipal obligará al Ejecutivo de Colau a realizar ajustes por valor de 107 millones en inversión en la ciudad por el descuadre en las cuentas. Hasta 159 obras públicas resultarán afectadas. Un pleno extraodinario abordará los argumentos de una y otra parte mañana.