El responsable de garantizar la transparencia oculta información. Parece una broma, pero es así. El consejero de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia de la Generalitat, Ernest Maragall, ha heredado los hábitos de su predecesor, Raül Romeva, y se niega a facilitar información sobre el coste de la diplomacia catalana. El empeño en esconder reiteradamente contratos e informes, e incluso negar su existencia, ha obligado a Ciudadanos a presentar una queja ante la Mesa del Parlament. “Es una manifiesta ocultación de la acción de gobierno, un fraude”, denuncia la diputada de Ciudadanos, Susana Beltrán, quien advierte de que “no darnos esa información supone esconderla a la ciudadanía”.
Uno de los ejemplos más recientes es la negativa de Maragall a informar sobre el contrato de servicios suscrito el verano pasado por la Generalitat con la empresa americana SGR LLC Government Relations and Lobbying, investigada por el Russiagate. El contrato, que no pasó por concurso público, incluía el pago de 60.000 euros al mes (49.800 euros) por servicios de asesoramiento en materia de relaciones entre el Gobierno catalán y Estados Unidos.
"Una tomadura de pelo"
Cs pidió un informe jurídico sobre esa adjudicación a dedo, pero el consejero Maragall se niega a explicar qué tipo de trabajos ha hecho esta empresa, se limita a responder que no hay informes escritos y aporta una fotocopia del registro de lobbies americano. “Una tomadura de pelo”, afirma Beltrán.
Igualmente opaca ha sido siempre las relaciones de la Generalitat con Independent Diplomat, otra empresa contratada por la Generalitat para internacionalizar el procés. Entre 2013 y 2015, la Generalitat pagó un total de 1,6 millones de euros a esta empresa, de los cuales 1,5 millones fueron abonados por Diplocat –el organismo diplomático suprimido en aplicación del artículo 155 y que el Gobierno de Quim Torra acaba de restituir—y 100.000 euros, a través de la “embajada” de Govern en Estados Unidos. Los contratos existen, como demuestra el documento que aparece bajo estas líneas, pero tanto Maragall ahora como Romeva antes se han limitado a responder que la Generalitat no tiene contratados servicios con Independent Diplomat.
Esta ocultación de información relacionada con la Acción Exterior catalana, uno de los pilares del proceso independentista, se une al intento de negar la existencia de observadores internacionales en el referéndum del 1-O. Tal como informó Crónica Global, Romeva había publicitado el papel de estos expertos internacionales, que resumieron sus conclusiones en el informe de International Limited Observation Mission (ILOM). Maragall asegura ahora que ese documento no existe, a pesar de que fue presentado por sus autores.