Agentes del Cuerpo Nacional de Policía tratan de impedir la celebración del 1-O; archivan la causa de odio de los profesores de Lleida / EFE

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía tratan de impedir la celebración del 1-O; archivan la causa de odio de los profesores de Lleida / EFE

Política

Archivada la causa contra los profesores investigados por incitar al odio a raíz del 1-O

El tribunal argumenta que "el clima en las aulas es correcto, sin incidentes destacables"

13 junio, 2018 16:38

La Audiencia de Lleida ha archivado la causa penal contra ocho profesores de La Seu d'Urgell acusados de un delito de incitación al odio por el trato que dieron en clase de los hechos ocurridos el 1-O. En concreto, por su explicación de cómo actuaron las fuerzas policiales durante la jornada del referéndum, en el sentido de que la Guardia Civil era mala y los Mossos d'Esquadra defendían a la gente. Los docentes trabajan en diferentes centros.

El juez archiva también la causa contra la directora de la escuela La Salle, que no había presentado recurso.

Lo niegan todo

El tribunal concluye que, de los hechos denunciados y del resultado de las diligencias practicadas, "no se deriva la existencia de elementos que configurarían el delito de incitación al odio".

Los investigados han negado los hechos, según recoge el auto, e incluso los directores de los centros se habían reunido con algunos padres "a fin de poder solucionar cualquier situación conflictiva".

Cerrado el 3-O

De la misma forma, especifica que las inspecciones realizadas por el Departamento de Enseñanza a raíz de las denuncias presentadas denotan que el "clima en las aulas es correcto, sin que nadie refiera la existencia de incidentes destacables". Pero recuerda que en uno de los centros se entregó a los niños un comunicado que informaba de que el 3 de octubre iba a cerrar en protesta por aquellos incidentes y que después las investigaciones de la Guardia Civil se ampliaron a otros centros docentes.

Finalmente, también alude a las declaraciones de algunos padres pertenecientes a la Guardia Civil, quienes manifestaron que sus hijos "no tenían problema alguno con sus compañeros ni profesores", en sus respectivos centros.