Pocos se podían imaginar hace unos días que el principal tema a debatir en los pasillos del hotel Melià de Sitges (Barcelona), donde se celebra la XXXIV Reunión del Círculo de Economía, fuera el cambio de gobierno en España. Como no podía ser de otra manera tratándose de un foro eminentemente empresarial, la vista ya está puesta en las consecuencias económicas de una etapa pos-Rajoy gobernada por el PSOE hasta la celebración de elecciones.
“Pedro Sánchez tiene que rodearse de vacas sagradas que apuntalen sus medidas para hacer frente a la inestabilidad que siempre comporta un cambio de gobierno y, sobre todo, la situación actual de Italia”, explica a Crónica Global un economista con experiencia en la administración socialista asistente a las jornadas de Sitges.
La intervención de Torra, eclipsada
Joaquín Almunia o Javier Solana son algunos de los nombres que ayer corrían en boca de los invitados del Círculo de Economía, convencidos de que el secretario general del PSOE necesita ir acompañado en los próximos meses de veteranos socialistas que aporten experiencia y autoridad. Exdirigentes del PSOE con trayectoria internacional a los que, en definitiva, no pasaría factura esta situación de provisionalidad a la espera de nuevos comicios.
Los empresarios quieren estabilidad y así lo expresan en cada foro en el que participan. Ayer lo volvieron a hacer en Sitges, ante el presidente catalán, Quim Torra, cuya intervención quedó eclipsada por la moción de censura que en esos momentos se celebraba en Madrid. Que el independentismo es uno de los factores de incertidumbre empresarial es algo que Torra no quiso escuchar. Pero, a corto plazo, el principal reto que va a tener Pedro Sánchez si, como parece, coge las riendas del Ejecutivo español, va a ser mantener el techo de gasto, afrontar las consecuencias de la crisis que se vive en Italia y luchar contra la precariedad laboral.
Centro de todas las miradas
En efecto, aunque todo apunta a un mandato corto y excepcional, Sánchez debe llegar a las futuras elecciones con el cumplimiento de algunas de las medidas sociales prometidas, especialmente aquellas que hacen referencia a la lucha contra la precariedad laboral, ciñéndose a los objetivos de déficit marcados y las exigencias de la UE.
Dicho de otra manera, manejar los presupuestos generales del Estado aprobados por Mariano Rajoy –que Sánchez no tocará para contentar al PNV— y aplicar políticas económicas progresistas –guiño a Podemos--. No será fácil, sobre todo teniendo en cuenta la durísima labor de oposición que va a ejercer Rajoy, muy centrada en el terreno económico, dado que se arroga el mérito de haber sacado a España de su crisis más dura.
De ahí la importancia de un equipo económico potente en el que también podría contar con el gurú económico del PSOE, David Vegara, ex secretario de Estado de Economía, llamado a ser el número dos del Banco de España con base en los acuerdos previos entre PP y PSOE antes de la moción de censura.
Vegara asistió ayer a la sesión inaugural del XXXIV Reunión del Círculo de Economía, donde fue el centro de todas las miradas.