El PSC pedirá que Barcelona repruebe la xenofobia de Quim Torra. El portavoz del grupo socialista en el consistorio, Jaume Collboni, ha presentado hoy martes, 15 de mayo, una propuesta para que el pleno "condene y repruebe" los comentarios "divisivos, excluyentes y de carácter xenófobo". La resolución, si se aprueba, se enviará al presidente de la Generalitat de Cataluña propuesto por el Parlamento catalán ayer.
"Los comentarios xenófobos y supremacistas de Quim Torra son contrarios a los valores de Barcelona. Somos una ciudad abierta, plural y cosmopolita. Pediremos que el pleno del Ayuntamiento repruebe estos comentarios y que el nuevo Govern cumpla sus compromisos con Barcelona", ha argumentado Collboni durante la defensa de la iniciativa. El texto que votarán los grupos municipales plantea "condenar y reprobar todo tipo de actitudes y comentarios divisivos, excluyentes y de carácter xenófobo".
Sociedad en riesgo
La resolución recuerda que afirmaciones como las que hizo Torra en 2012 sobre los "españoles" son "contrarios a la dignidad y respeto de las personas y ponen en riesgo los valores de una sociedad plural y diversa, así como suponen una ofensa hacia muchos ciudadanos y ciudadanas de Barcelona".
Ante los insultos en las redes sociales y los artículos de carácter etnicista firmados por el presidente catalán nominado por el Parlament --aún no es jefe del Ejecutivo hasta que su nombre no salga en el Boletín Oficial del Estado (BOE)--, el PSC propone que Barcelona se reivindique como una ciudad "abierta, diversa, plural e integradora".
Deberes con Barcelona
Además de condenar el etnicismo del que se convertirá esta semana en nuevo president de la Generalitat de Cataluña, los socialistas llaman al Ejecutivo local a trasladar al futuro gobierno autonómico "un listado conjunto de compromisos pendientes con el Ayuntamiento de Barcelona y el conjunto de la ciudad, en el marco de la comisión bilateral entre ambas instituciones".
Dicho listado de deberes deberá aprobarse en una sesión plenaria extraordinaria que la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, debería convocar en el plazo de un mes.