El Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona avala un mural de lazos amarillos. Parte de la dirección del centro sanitario, que rige un patronato semipúblico, participó en un acto de homenaje a los presos independentistas la semana pasada, según fuentes conocedoras. Ahora tolerará la composición secesionista en la fachada como "libertad de expresión". Ello no es óbice para que trabajadores y familiares de pacientes hayan entrado una queja oficial ante la Delegación del Gobierno en Cataluña.
Un portavoz de la ciudad sanitaria ha matizadon que la colocación de los símbolos secesionistas "la hizo un grupo de trabajadores" y se suma a "diversos elementos reivindicativos que ya están colocados en el hospital", como pancartas contra los recortes sanitarios. "Forma parte de la libertad de expresión, por lo que la política del centro es no retirarlos", ha agregado el mismo representante.
"No es el lugar adecuado"
Empleados y familiares de la institución de enfermos agudos, que forma parte de la red de hospitales de prestación pública en Cataluña, han puesto en duda esa argumentación. "Un hospital público no es el mejor lugar para colocar símbolos políticos. Y menos en la fachada y visibles desde un parque infantil. La gerencia del centro, algunos de cuyos miembros participaron en un acto político la pasada semana, están promoviendo esta acción", han lamentado.
"Si otros trabajadores --han continuado-- quieren colocar banderas de Tabarnia, o símbolos de homenaje a sus comunidades autónomas, también podrán, ¿no? El argumento de la dirección carece de lógica, pues un equipamiento público no es el mejor lugar para este tipo de expresiones. Que, además, pueden provocar confrontación".
Queja a la Delegación del Gobierno
Descontentos con la tolerante actitud de la gerencia del hospital con el independentismo, una cúpula que comanda el doctor Enric Arguelagués, trabajadores y familiares interpondrán una queja oficial ante la Delegación del Gobierno en Cataluña. Buscan con ello evitar que los secesionistas "actúen con total impunidad".
Recuerdan además que no es el primer episodio de politización de Sant Pau, pues la gerencia del centro sanitario ha comprado una partida de tiras de soporte para las tarjetas de identificación de color amarillo, coincidiendo con el uso de este tono por parte de las entidades secesionistas. En el pasado, este elemento de vestuario era de color gris.