El aún mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha entrado en un túnel de imposible salida. El aparato judicial está en su contra. La fiscalía con la que tantas veces y de forma tan exitosa trabajó, aún más. La Guardia Civil se la tiene jurada y sólo necesitaron repasar el video de aquella entrevista en Catalunya Ràdio para retroalimentarse.
Trapero está solo. Se siente solo. Debía de haber sabido que siempre estuvo más solo de lo que parecía. Algunos comisarios de su cuerpo que le rieron las gracias estos años, han brindado con cava al ver su ostracismo. Y los independentistas que le invitaban a paellas y compraban sus caganers de chocolate, lo van a dejar tirado por poco útil.
Honrado en lo personal y reputado
Quienes le conocen saben que Trapero es un policía honrado en lo personal y reputado en lo profesional. Pero de eso ya nadie se va a acordar. Las malditas formas, la perfecta excusa.
¿A ver quién gana? Han ganado ellos, José Luis.