La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, puede ser, de nuevo, la palanca más beneficiosa para el independentismo. Colau tiene el objetivo de organizar una multiconsulta para pedir a los barceloneses que se pronuncien sobre la gestión del agua, o por un proyecto para evitar la gentrificación en el barrio de Sant Antoni o por el cambio de nombre de la plaza Antonio López, después de haber retirado la estatua.
Pero la alcaldesa es consciente de que el precedente legal que puede marcar lo quiere aprovechar el independentismo para organizar, de nuevo, un referéndum, como ya piden distintos dirigentes y partidos, como la exconsejera Clara Ponsatí o la CUP.
En el pleno del ayuntamiento del 10 de abril, Colau tiene previsto aprobar las preguntas que se someterán en esa multiconsulta, que quiere celebrar antes del verano, a lo largo del mes de junio. Por ahora, esa multiconsulta no tiene la preceptiva autorización del Gobierno. Lo que ha hecho el ayuntamiento es poner en marcha el mecanismo. ¿Cómo?
Para mayores de 16 años
El pasado 5 de diciembre, y con la base del reglamento de participación ciudadana, el Instituto Municipal de Informática del consistorio, como órgano de contratación, publicó un anuncio de licitación para la contratación de la prestación de los servicios técnicos de participación electoral para el Ayuntamiento de Barcelona. La abogacía del Estado lo ha ocurrido.
En ese anuncio se publicaban como anexos el Pliego de Cláusulas Administrativas Particulares y el Pliego de Prescripciones Técnicas. Los dos recogen que la finalidad del servicio es que se puedan llevar a cabo consultas ciudadanas en la ciudad de Barcelona, pudiendo participar en ellas, en calidad de votantes, todas las personas mayores de 16 años. Por ello, se contempla la cesión de los datos del padrón municipal y del censo a la empresa adjudicataria, una cuestión discutible y que, según los expertos, vulnera el artículo 18.1 de la Constitución, que recoge el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.
El independentismo, atento
El hecho es que esa iniciativa está siendo seguida con detenimiento por el bloque independentista, porque puede suponer la base legal para celebrar un referéndum sobre la independencia de Cataluña, como han apuntado dirigentes de la CUP. En el acuerdo entre Junts per Catalunya y ERC, y con la idea de contar con los votos de la fuerza anticapitalista, se fijó esa posibilidad de celebrar multiconsultas, siguiendo el modelo de Colau.
Colau actuaría, por tanto, como “el facilitador”, con ese precedente legal y operativo, con la intención de convocar un nuevo referéndum de autodeterminación y sobre la Constitución catalana. La idea que se difunde en el bloque independentista, y, principalmente en el seno de la CUP, es agregar diferentes multiconsultas el mismo día que el Ayuntamiento de Barcelona, impulsada por los municipios y promovida por la llamada Asamblea de Electos, concejales municipales y de las diputaciones provinciales.
Pisarello con Riera
Los contactos entre Gerardo Pisarello, el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, y Carles Riera, la cara pública de la CUP y diputado en el Parlament, ya se han producido. También Colau ha trasladado esa intención a los dirigentes independentistas que se encuentran en prisión.
De nuevo, con plena voluntad o de forma tangencial, Colau puede ser la pieza que utilice el independentismo para mantener el pulso con el Gobierno del Estado.