Los viajes patrióticos de Josep Lluís Alay han crispado el ambiente en la Diputación de Barcelona hasta tal punto, que sus propios avaladores le han dado la espalda. Desde PDeCAT reniegan de su fichaje, mientras que antiguos cargos de PSC e ICV --que durante años dominaron este ente supramunicipal-- se rasgan las vestiduras ante las correrías de este profesor de Historia de la Universitat de Barcelona, experto en el Tibet, que ocupa el cargo Comisionado de Relaciones Internacionales de la Diputación. Un cargo muy cotizado por los partidos que gobiernan esta institución --el sueldo anual alcanza los 80.000 euros-- y que, como se ha demostrado, Alay ha puesto al servicio de la independencia de Cataluña.
Alay acompañaba a Carles Puigdemont cuando, el pasado domingo, fue detenido en Alemania. Dos agentes de los Mossos d’Esquadra y el empresario Josep Maria Matamala también formaban parte de la comitiva.
El miércoles, la Policía Nacional detuvo a Alay después de que este asistiera al Pleno extraordinario del Parlament. Se le acusa de supuesto encubrimiento. Posteriormente quedó en libertad. El caso ha salpicado a sus superior jerárquica, Mercè Conesa, presidenta de la Diputación, alcaldesa de Sant Cugat del Vallès (Barcelona) y presidenta del Consell Nacional de PDeCAT. Conesa pertenece a un sector convergente contrario al independentismo unilateral que practica Junts per Catalunya.
"Colaborador de la Diputación"
Y aunque en público apoya tanto a Alay como Carles Puigdemont --esta semana ha viajado al país germano para coordinarse con el equipo jurídico del expresidente-- lo cierto es que las aventuras europeas de su Comisionado la han colocado en una situación incómoda. Conesa califica al historiador como “colaborador de la Diputación”.
PP y Ciudadanos han pedido información sobre las actividades de Alay con la finalidad de comprobar si sus actividades secesionistas están pagadas con dinero público. Fuentes de la diputación no tardaron en subrayar que aunque el nombramiento de Alay se produjo en septiembre de 2015, cuando Conesa ya había sumido la presidencia de la Diputación, se trata de un fichaje del convergente Jaume Ciurana, diputado en el ente supremunicipal. Añaden que el historiador y articulista en el diario Ara entró en política gracias al exalcalde de Barcelona, Xavier Trias. Dicho de otra manera, estas fuentes sueltan lastre de los valedores de Alay, así como de sus continuas fugas para apoyar a Puigdemont.
Josep Lluís Alay (d) junto a Jaume Ciurana en un acto de la Diputación
Sin embargo, el desmarque de Alay, que pretende salvaguardar a Conesa de las posibles responsabilidades políticas, es algo débil, pues el historiador trabajó en el Ayuntamiento de Sant Cugat antes de que la dirigente convergentes asumiera la presidencia de la Diputación. Alay fue nombrado en 2015 comisionado del Real Monasterio de Sant Cugat, un puesto por el que no cobra remuneración. Anteriormente había sido director del ámbito de Cultura, Conocimiento y Promoción de la ciudad. "Hace dos meses que avisamos a Conesa de las correrías de Alay. Pero parece incapaz de saber qué hacen sus cargos. La Diputación no puede estar encubriendo a un prófugo de la Justicia como Puigdemont", denuncia el portavoz del PP en la Diputación, Ramón Riera.
En febrero, Conesa ya tuvo que dar explicaciones a la oposición por el viaje que hizo Alay a Copenhague. Es el hombre que acompañaba, de nuevo, a Puigdemont cuando un espontáneo le obligó a besar la bandera española. La presidenta de la Diputación no aclaró las circunstancias de esa visita, mientras que ERC, que gestiona los asuntos culturales en esta entidad a través de Joan Josep Puigcorbé, hizo mutis por el foro.
Los contactos secesionistas de Alay
Conesa encargó un informe sobre esa visita del Comisionado a Copenhague, en el que se concluye que el objetivo del viaje era eminentemente cultural. Sin embargo, el informe, al que ha tuvo acceso Crónica Global, demuestra que el grueso de la estancia consistió en visitar a dirigentes daneses afines a la causa independentista.
Tal como publicó este diario, Alay se reunió el 22 de febrero con el concejal de Cultura de Copenhaghe, Niko Grünefeld, miembro del Partido Verde en el Parlamento danés, donde ha planteado varias mociones de apoyo a los separatistas. El día 23, se reunió con el diputado Alex Ahrendtsen para hablar de “políticas culturales”. El informe omite que Ahrendtsen es uno de los 33 observadores internacionales invitados por Diplocat (Consejo de Diplomacia Pública de Cataluña que el Gobierno español disuelto por la aplicación del artículo 155 de la Constitución) para vigilar el referéndum del 1 de octubre.