¿En qué trabajan los que acompañan a Puigdemont?
Del ‘absentismo laboral’ de la alcaldesa de Sant Cugat, al empresario que paga el ‘exilio’ pasando por el alto cargo de la Diputación cazado dos veces con el expresidente
28 marzo, 2018 00:00Carles Puigdemont no está solo, dicen los manifestantes. Es cierto. En el sentido literal de la expresión. Desde que, el pasado 30 de octubre, decidió huir a Bruselas, siempre ha estado rodeado de un grupo de fieles que le acompañan en sus desplazamientos, le prestan ayuda económica o asesoramiento jurídico. O tienen mucho tiempo libre o sus trabajos les permiten esas habituales ausencias.
El pasado domingo, Puigdemont fue cazado con dos inseparables: el empresario Josep Maria Matamala y el Comisionado de Relaciones Internacionales de la Diputación de Barcelona, Josep Lluís Alay. Ambos viajaban en el coche del expresidente cuando éste fue detenido y ahora podrían enfrentarse a una causa judicial por encubrimiento.
Matalama, veterano convergente, ha proporcionado apoyo económico a Puigdemont desde su salida de España. Fue este empresario quien alquiló la enorme mansión de Waterloo destinada a albergar un hipotético “gobierno de la república en el exilio”.
Matamala es dueño de la empresa Incatis, dedicada a organizar ferias en Girona. Fue concejal en el Ayuntamiento de Girona entre 1987 y 1995, cuando los convergentes estaban en la oposición. Su orgullosa hija anima al empresario desde Cataluña en las redes sociales.
Resistiu!! Lluiteu democraticament, com hem fet sempre, però sense por!!
— Neus Matamala (@neusmatamala) 2 de noviembre de 2017
PARE, estic molt orgullosa de tu!!!https://t.co/ICaTAE7m8s
Otro fiel escudero de Puigdemont es Alay, quien, a finales de febrero, se desplazó a Copenhague, supuestamente en un viaje cultural de la Diputación de Barcelona. Pero también fue pillado junto a Puigdemont: le acompañaba cuando un espontáneo le obligó a besar la bandera española.
El viaje relámpago del profesor de la Universitat de Barcelona Josep Lluís Alay (es especialista en Historia de Tíbet y Mongolia) a la capital danesa obligó a la presidenta de la Diputación de Barcelona, Mercè Conesa, a encargar un informe en el que se concluye que el objetivo era eminentemente cultural, a pesar de que el Comisionado no se ocupa de esos asuntos y en su periplo constaban contactos con dirigentes afines al secesionismo.
Mercè Conesa y Josep Maria Matamala en Alemania
Conesa es alcaldesa de Sant Cugat del Vallès (Barcelona), feudo convergente y bienestante, donde, desde hace meses, se bromea con el absentismo laboral de la dirigente de PDeCAT. Alterna este cargo con la presidencia de la Diputación, lo que le obliga a realizar viajes a destinos tan exóticos como Kuala Lumpur (febrero), Beijing (2017) o Quito (2016). Compromisos institucionales aparte, lo cierto es que Conesa acaba de desplazarse a Alemania para coordinarse con el equipo jurídico de Puigdemont, encarcelado en la prisión de Neumünster.
El nuevo viaje de Conesa, supuestamente pagado por el partido, se suma, según el concejal del PP en Sant Cugat, Álvaro Benejam, a otras ausencias. “Cuando no se trata de un viaje a Malasia, es otro a Nueva York o a Quito, o este último a Hamburgo. Sea por sus obligaciones como presidenta de la Diputación o por su responsabilidad como presidenta del Consell Nacional del PDeCat, el municipio se queda con una sensación de ingobernabilidad”.