Lliures es una realidad. Ahora ya sí, porque ha decidido presentarse a las elecciones, a las autonómicas, cuando toquen, sea en pocos meses si se repiten o en un año. Y ya prepara las municipales. El partido que impulsaron Antoni Fernández Teixidó, exconsejero del Govern de CiU, y Roger Montañola, exdirigente de Unió, va sumando apoyos. En su III Conferencia política, quisieron mostrar su compromiso Montserrat Nebrera, exdiputada del PP catalán de Josep Piqué, y el exdirectivo del Barça Toni Freixa.
Con más de 400 asistentes, en el hotel Grand Marina, de Hotusa, que dirige el empresario Amancio López –un hotel que acoge con asiduidad congresos y cónclaves políticos, especialmente del PP—, Fernández Teixidó se mostró dispuesto a correr el riesgo, asegurando que comienza a tener apoyo económico y que las cosas se mueven.
La dudas y temores de Vila
Se mueven, pero se esperan otros apoyos y compromisos como el de Santi Vila, que se había mostrado dispuesto hace unos días a participar y a expresar su sintonía con el ideario de Lliures, pero que vive sin vivir en él, con temores, por su propia situación judicial, y también con dudas sobre quién debe manejar, y con qué instrumentos, la política catalana a corto y medio plazo.
Vila ha ido manifestando, sin decirlo abiertamente, un apoyo a las tesis de Lliures, con su apuesta por un proyecto moderado, catalanista y europeísta que tenga claro que existe una frontera que no se puede traspasar: la ley. Pero, ocupado ahora en vender su libro, De héroes y traidores, Vila evita conexiones directas con Lliures o con otras plataformas o partidos.
Oficialmente sigue siendo del PDeCAT y albergó en su momento la posibilidad de liderarlo, cuando toda la dirección compruebe que este cuento se ha acabado, y que el independentismo arrauxat pasará a mejor vida. Vila, en cualquier caso, según distintas fuentes, quiere calibrar todos sus pasos con cierta cautela, sabedor de que puede –algunos lo dan por acabado, principalmente entre las filas de los diputados más fieles a Carles Puigdemont en Junts per Catalunya-- ser un buen cartel electoral, especialmente en Barcelona.
Toni Freixa, en el atril / CG
La CUP y la confrontación
Lliures sigue su camino, esperando ese apoyo y ese compromiso y el de otros muchos. El hecho es que ahora Vila no está. Fernández Teixidó animó a todos los asistentes a comprometerse con el desarrollo del partido, a todos los niveles, también en el económico, “con la máxima transparencia, la que ofrece un partido que quiere hacer las cosas de otra forma, con claridad”. La reivindicación del catalanismo fue constante, un catalanismo que se ha dado “por muerto” en Barcelona y también en Madrid. Pero que "es la esencia política de Cataluña, un catalanismo que será la única salida para superar la actual situación".
Fue Montserrat Nebrera, exdiputada del PP, la que reivindicó con fuerza ese catalanismo que, según ella, no se pudo desarrollar en las filas de su anterior partido. Pero incidió en la necesidad de que todos aquellos que pueden, que tienen recursos, se comprometan con una opción “que es la única” que puede irrumpir en la actual división entre dos bloques homogéneos en la política catalana. Sin lazos amarillos en el auditorio, con muchas corbatas y vestidos de traje, y jóvenes “preparados”, Teixidó se exaltaba asegurando que todo puede acabar en unas nuevas elecciones, aunque no de forma inmediata, porque “la CUP lo quiere, porque lo que quiere es la confrontación”, y eso, según él, ha acabado siendo determinante en la política catalana.
Momento de la conferencia de Lliures / CG
Centro-liberal
También se mostró convencido de arrimar el hombro para romper esa división en bloques el exdirectivo del Barça Toni Freixa, dispuesto a defender “un proyecto catalanista que busca una mayor prosperidad para todos, con esfuerzo y trabajo”.
Entre los asistentes, estaban Ricard Fernández Déu, exdiputado del PP,y Ramon Adell, vicepresidente de Foment del Treball. También Josep Soler, director general del Instituto de Estudios Financieros, y Xavier Ribó, que fue uno de los miembros del Patronato del Palau de la Música y pareja de la ex directora general Rosa Garicano, así como empresarios y directivos, dando cuenta de que el partido quiere representar un centro-derecha-liberal que ha quedado huérfano después del colapso de CiU.
A la espera de los votos
El objetivo es recuperar un espacio político que ha existido, incorporando a nuevas generaciones que piden una mejor gestión, que los políticos se centren en mejorar las condiciones sociales y económicas, y abandonen “el total infantilismo con batallas del pasado que ha caracterizado los últimos años”, en palabras de Roger Montañola.
Según uno de los empresarios asistentes, “Lliures expresa la voluntad de ofrecer a la ciudadanía medios para volver a la moderación y acabar con esta locura”. Otra cosa será, a partir de ahora, si todo eso se traduce en votos cuando Lliures concurra a las elecciones, que lo hará, tras la decisión de su III Conferencia.