Los partidos independentistas tienen distintas versiones sobre la negociación del pacto de investidura. La CUP asegura que no sabía nada, JxCat defiende que el acuerdo “estaba muy maduro” y ERC lo niega. Las tres formaciones están de acuerdo en una cosa el día después de que el presidente del Parlament, Roger Torrent, decidiera suspender la sesión sin fecha: en retomar las negociaciones y alcanzar un acuerdo para investir a Carles Puigdemont.
La CUP considera que lo que sucedió el martes en la Cámara fue una “tomadura de pelo en toda regla” y advierte de que es la última vez que aceptarán lo que ven como un retroceso del soberanismo. Lo ha dicho este miércoles el diputado antisistema Carles Riera, en un debate junto a los también diputados Francesc de Dalmases (JxCat) y Ernest Maragall (ERC) en Catalunya Ràdio.
El partido de Riera ha puesto tres condiciones para apoyar la investidura de Puigdemont. La primera de ellas es establecer una fecha para el próximo pleno; la segunda, que los tres partidos independentistas estén presentes en las negociaciones; y la tercera, que los planes del nuevo Govern sean “hacer república”.
“Hacer bien” las cosas
Maragall ha defendido la decisión de Torrent, también de ERC, y asegura que “tenemos que celebrar que nos hayamos dado un espacio de tiempo para hacer bien lo que ayer hubiésemos hecho mal”. Además, el diputado republicano ha reprochado que Cataluña necesita “a un presidente, no a un exiliado”. Si ayer se hubiera procedido a la investidura, ha dicho, habría un “presidente destituido”.
Por parte de Junts per Catalunya, Frances de Dalmases ha pedido perdón a “todos los que ayer se sintieran decepcionados”. Sobre la negociación con ERC y la CUP, que se daba por cerrada, ha asegurado que había progresado y que el acuerdo estaba “muy maduro”.