El diputado de Junts per Catalunya, Eduard Pujol, ha acusado al Gobierno de dar “un golpe de estado” contra los resultados de las elecciones del 21D al anunciar que impugnarán la candidatura de Carles Puigdemont.
Pujol, que ha comparecido con la diputada Gemma Geis, ha asegurado que “son horas graves para este Parlament, para la política catalana, para aquellos que estamos convencidos del respeto a la voluntad popular
El Gobierno ha solemnizado su poca convicción democrática, no acepta el resultado del 21D. Un mes después se han sacado la máscara y se han atrevido a decir que no respetan la voluntad de las urnas. Tienen pánico a la democracia. Ante el miedo, la amenaza”.
"El Gobierno no acepta la democracia"
“No aceptamos –ha añadido-- ni amenazas ni coacciones. Somos los legítimos representantes del pueblo de Cataluña en el Parlament y hemos decidido que el candidato es Carles Puigdemont.
Considera que las declaraciones de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría "es la prueba que el Gobierno no acepta la democracia, los resultados del 21D. Y lo que es peor, que están dispuestos a combatirlos, traspasando la barrera de la legalidad. Estamos ante un nuevo despropósito democrático, ante un nuevo acto de cobardía. Es un golpe de estado a la voluntad de los ciudadanos. Quieren secuestrar la voluntad de las urnas. ¿En qué democracia viviríamos si no se aceptara esa voluntad?
La credencial de Puigdemont
Pujol ha mostrado la credencial de Puigdemont como diputado. Según ha dicho, el Gobierno se ha convertido en una “máquina de distribución de carnés de diputados de primera y de segunda”.
Ha pedido a los diputados de la oposición que “salgan de su zona de confort y defiendan los derechos del Parlament”.
Según Pujol, Santamaría “desobedece a la Constitución, a la Junta Electoral y a los letrados del Parlament”. Y se ha preguntado si detrás de esa impugnación es “dejar el Parlament en liquidación”.
El independentista cree que el Ejecutivo tiene pánico a la democracia y ha expresado su convicción de que el presidente del Parlament, Roger Torrent, “emprenderá las acciones legales que sean necesaria para defender su propia figura y la de la Mesa, y su propia capacidad de ordenar el debate parlamentario”.