Ahora sí, Artur Mas se ha despedido de la primera línea política (aunque no descarta su regreso, pese a las pocas probabilidades para ello) y lo ha hecho con un último mensaje al candidato a la presidencia de la Generalitat Carles Puigdemont: “Tienes que pensar en el país”.
En una entrevista en El Objetivo de Ana Pastor, en La Sexta, el ya expresidente del PDeCAT ha lanzado muchos balones fuera. Mas ha negado conocer las intenciones de Puigdemont, huido a Bruselas, pero entiende que “está forzando la situación” para cumplir “el mandato democrático”.
En este sentido, y sobre la investidura telemática que pretende Puigdemont, ha dicho que “en circunstancias normales estaría fuera de la normalidad, pero estamos en un momento excepcional”. “Hay que ver cómo se interpretan las normas” del Parlament, ha añadido Mas. Igualmente, ha dicho que lo “normal” es gobernar desde el Palau de la Generalitat.
"Nadie es imprescindible
A pesar de que ha intentado evitar mensajes para no condicionar la decisión del president (así se ha referido a Puigdemont durante toda la entrevista), se ha lanzado al ruedo cuando ha recordado que, en situaciones similares, él dio un paso al lado: “Tienes un partido, te tienes a ti mismo, pero tienes un país, un proyecto de todos, y tienes que pensar en función de lo que pasa en aquella colectividad”. En otras palabras: le sugiere que se olvide de la presidencia sin decírselo.
A continuación, ha declarado que, por su “intuición”, “Puigdemont actuará así, por el interés de país”, y que “nadie es imprescindible”. Pero en su discurso ambiguo ha destacado que es “imprescindible” cumplir los mandatos electorales y lo que ha votado la gente en las urnas. Un sí, pero no constante, en una balanza que se inclina por el plato que pide el adiós de Puigdemont.
Canalizador del 'procés'
Más titulares. Mas ha negado que el mensaje que pronunció en su despedida del PDeCAT, en donde alertó de los riesgos del “exceso de ideología”, fuera dirigido a Puigdemont. “Puigdemont no es un hombre cargado de ideología”, ha aclarado. En la misma línea, ha defendido la huida a Bélgica, porque “su alternativa era entrar en prisión”. “El tiempo le ha dado la razón”.
Artur Mas, entrevistado por Ana Pastor en 'El Objetivo' de La Sexta
A fin de cuentas, la situación actual deriva del procés que él inició en 2012, aunque dice que sólo escuchó la petición de “la gente”. “Yo no me lo inventé, no lo fabriqué; lo canalicé”. “Mi error fundamental fue cuando me impuse un plazo de 18 meses [para la independencia] tras las elecciones de 2015, porque era el plazo que se habían fijado los escoceses”. Asume que “poner plazos fijos a una operación de esta magnitud y complejidad” no fue lo mejor.
Los bancos "no se han ido"
Sobre la proclamación de la república en el Parlament, ha explicado que “no es una realidad operativa”, pero que la gente “no es tonta” y lo entendió. “No hay que renunciar. Es un objetivo pacífico”. Ahora, insiste, hay empate entre el independentismo y el Estado. Hasta el 1-O “nadie había entendido que la independencia podía ser una realidad”.
¿Y las consecuencias? Se reafirma en antiguas declaraciones en las que afirmaba que ningún banco se marcharía. Matiza ahora que se refería al caso de que Cataluña fuera independiente, pero “todavía” no lo es. Además, quita hierro al traslado de las sedes sociales y fiscales de Banc Sabadell y Caixabank, y de otras 3.000 empresas en proceso de deslocalización. Acusa de ello al Estado, que lo ha facilitado, y a los medios de comunicación, que “han metido miedo”.
El 'caso Palau'
Cambio de tercio. Cuestionado sobre el caso Palau, cuya sentencia se conocerá este lunes y que puede acabar con el excontable de CDC Daniel Osàcar (elegido por Mas) entre rejas, lo ha defendido: “Es una persona intachable desde el punto de vista personal”. “Los que lo van a juzgar no lo conocen”, ha deslizado, tras recordar que el fiscal es el mismo que “apretó todas las tuercas” para condenarlo a él por el 9N.
Además, ha argumentado que la financiación que se investiga de CDC “no era delito en aquellos años”. Y una vez más, ha negado tener conocimiento de una trama organizada de comisiones a cambio de obra pública. Dice que no se va del PDeCAT por este caso, y que quién sabe si regresará a la primera línea política.