La precampaña electoral del 21D ha arrancado con mucho ruido en PDeCAT. Carles Puigdemont permanece huido en Bélgica y Santi Vila se candidatea como presidenciable abominando del proceso independentista. Otros dirigentes convergentes se han sumado a las tesis del exconsejero de Empresa de la Generalitat, aunque con menos énfasis. Sin embargo, ese nuevo giro de PDeCAT no ha supuesto una sorpresa para ERC, sus socios en Junts pel Sí, aunque sí ha agudizado el enfrentamiento entre ambas formaciones.
“Vila es el cortafuegos de una reedición de Junts pel Sí”, aseguran a Crónica Global fuentes de la formación republicana, después de que el exalcalde de Figueres (Girona) haya hecho público lo que hasta ahora era un secreto a voces en la política catalana: su deseo de ser cabeza de lista de PDeCAT en las elecciones autonómicas.
Vila se presenta ahora como un hombre de diálogo y que siempre rechazó las vías unilaterales de independencia. Ejerció de mediador con el Gobierno español, primero a través de la exministra de Fomento y actual presidenta del Congreso, Ana Pastor --su último contacto tuvo lugar en la entrega del Premio Planeta, del que dio cuenta este diario--, y después con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, la protagonista de la fallida “operación diálogo” con Cataluña.
Las recientes confesiones de Vila, quien ha asegurado que nada hizo por las “estructuras de Estado” catalanas, han sublevado a los dirigentes de ERC, entre quienes circula este vídeo con anteriores declaraciones del exconsejero.
En esas imágenes, Vila admite su “mala fama” de “moderado y blando” dentro del mundo independentista. “Dicen que cuando llegue la hora dura, os fallaré ¡pues aquí me tenéis!”, exclama en un acto de PDeCAT. “Y abandonó a 24 horas de que se aprobara la declaración unilateral de independencia (DUI) en el Parlament”, recuerdan las citadas fuentes. Se refieren a su dimisión como consejero de Empresa. No era diputado.
Otros posibles candidatos
El tiempo corre en contra de los convergentes, donde dirigentes como la alcaldesa de Santa Cugat del Vallès, Mercè Conesa, o el exconsejero de Territorio, Josep Rull, el único que ha resistido durante unas horas en su despacho tras ser cesado en aplicación del artículo 155 de la Constitución, aspiran a la cabecera de lista. Incluso Carles Puigdemont podría ser un candidato mejor visto por ERC si no fuera por sus problemas judiciales y su reiterada renuncia a ser presidenciable.
No obstante, las relaciones entre el líder republicano Oriol Junqueras y Puigdemont son prácticamente nulas desde que ERC amagó con salir del Govern si el presidente catalán convocaba elecciones, tal como llegó a plantearse.
Finalmente, ha sido Mariano Rajoy quien ha convocado esos comicios en aplicación del artículo 155, abriendo una precampaña en la que los nuevos convergentes se agarran a la reedición de JxSí como tabla de salvación, pues las encuestas de intención de voto no les son favorables. Por su parte, ERC se resiste a esa lista única que, tanto la Assembla Nacional Catalana como Òmnium, reclaman para visualizar la unidad de los independentistas.