Tormenta de ideas, desahogo colectivo y un convidado de piedra. La última reunión de la ejecutiva de PDeCAT evidenció la división interna existente en el partido ante una hipotética declaración unilateral de independencia (DUI). Y también el silencio del presidente, Carles Puigdemont, que hasta ahora ha ejercido de verso libre y de alter ego del vicepresidente, Oriol Junqueras (ERC).
Ocurrió el lunes, cuando los nuevos convergentes se reunieron para analizar los resultados del referéndum. No hubo rueda de prensa ni comunicado oficial, pero fuentes conocedoras del encuentro aseguran que el debate fue muy intenso respecto a la oportunidad de aprobar o no una DUI.
Hacia unas elecciones
El exconsejero de Presidencia Francesc Homs apoyó una declaración, que no proclamación, de independencia, seguida de proceso de negociación o mediación que finalizara en elecciones. Una postura similar expresó el consejero de Empresa, Santi Vila. Sin embargo, algunas fuentes aseguran que éste llegó a amagar con la dimisión si se optaba por la vía unilateral. Otras aseguran que, en ese foro, no hubo tal amenaza. El consejero y exalcalde de Figueres nunca ha escondido su rechazo al rupturismo y a lo que califica de "patriotismo de campanario"
Por su parte, el expresidente Artur Mas —que es presidente de PDeCAT— dio por hecha la aplicación del artículo 155 de la Constitución –suspensión de la autonomía— por parte del Gobierno español.
En conjunto, los convergentes transmitieron sus inquietudes ante el silencio de Puigdemont, que ha sido citado a comparecer por Junts pel Sí y la CUP el próximo lunes en el Pleno del Parlament para analizar los resultados del 1-O. El Tribunal Constitucional ha suspendido esa sesión plenaria, pese a la ambigüedad utilizada hasta ahora. Ni en la tramitación parlamentaria ni en el discurso que Puigdemont pronunció el miércoles por la noche como réplica al Rey aparece la palabra DUI. Pese a ello, el alto tribunal ha actuado en respuesta al recurso de amparo presentado por el PSC.