Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) pierde tirón mediático. Y en el peor momento posible. A dos semanas de la fecha señalada para el referéndum independentista, a la que podría suceder un adelanto electoral, el partido liderado por Oriol Junqueras ha perdido el control de dos potentes diarios privados, Ara y El Periódico de Catalunya.
En el ámbito público, el reparto de cuotas con PDeCAT le asignó Catalunya Ràdio, mientras que los convergentes controlan la todavía poderosa TV3. Pero este dominio mediático resulta insuficiente para un partido que, según las encuestas de intención de voto, está llamado a gobernar Cataluña, pero que está lejos de ser hegemónico. Fuentes próximas al partido republicano consultadas por Crónica Global cifran en 400.000 el número de votos necesarios para salir de unos comicios catalanes con cierta soltura para negociar con los comunes y relegar al PSC a un pacto desde fuera del Gobierno.
La cena de Junqueras, Iglesias y Roures
Estos son los cálculos republicanos, pero lograrlo requiere de más potencia mediática. Todas las esperanzas están puestas en el empresario Jaume Roures, cada vez más sensible con la causa independentista. La cena de Junqueras y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, en casa de Roures dice mucho del futuro de estos partidos. Pero también del necesario apoyo económico de ERC.
La idea es dar el salto a El Periódico de Catalunya, dirigido por Enric Hernández, cuya línea editorial actual está muy alejada de esos postulados secesionistas --al parecer, esa es la condición impuesta por las entidades financieras que están ayudando a reflotar la maltrecha situación del rotativo--. De esta forma, ERC podría afianzarse en un territorio que siempre se le ha resistido, el área metropolitana de Barcelona, conocida también como el cinturón rojo con un enorme volumen de indecisos.
Limpieza del balance
Sin embargo, Roures ha pedido sanear las cuentas de El Periódico antes de intentar ese desembarco.
Esquerra ha perdido también otro de sus puntales mediáticos, el diario Ara, bajo la influencia de PDeCAT. La decisión del rotativo, dirigido por Esther Vera, de no publicar la campaña institucional de referéndum del 1-O ha conmocionado al mundo independentista, máxime si se tiene en cuenta que en el consejo editorial figuran pesos pesados del procés como los periodistas Antoni Bassas, Toni Soler, Albert Om y Xavier Bosch.
El control de este rotativo habría proporcionado a Junqueras más presencia mediática en la Cataluña interior, donde ya son influyentes.