Comisión extraordinaria sobre las obras de Glòries / CG

Comisión extraordinaria sobre las obras de Glòries / CG

Política

La oposición de Barcelona ‘tumba’ la rescisión del contrato de Glòries

La empresa municipal Bimsa cancela, no obstante, el encargo a la UTE que lleva 22 meses construyendo el túnel

24 abril, 2017 20:12

Solo la CUP ha apoyado al equipo de gobierno de Ada Colau en la decisión de rescindir el contrato con la UTE constructora del proyecto de Glòries. Lo ha votado la tarde de este lunes en una comisión extraordinaria de Ecología, Urbanismo y Movilidad sobre las obras del túnel y tras la que se ha celebrado una reunión del consejo de administración de Bimsa.

El resto de grupos han tumbado la inciativa municipal y el concejal no adscrito, Gerard Ardanuy, se ha abstenido, con lo que las votaciones finales han resultado 18 a favor y 22 en contra.

Culpa de la UTE

La teniente de alcalde Janet Sanz ha reiterado la complejidad y coste de unas obras cuyo inicio se encuentra tres mandatos atrás. Sostiene que el informe jurídico encargado por el propio consistorio apunta a unas conclusiones claras: “Los retrasos son imputables al contratista. El hecho de no haber cumplido implica una serie de penalizaciones”.

Un retraso irrecuperable que puede ser causa de la rescisión del contrato. La alternativa para “adaptar la obra a la realidad existente” es volver a la casilla de salida. Sanz propone parar el proyecto durante unos 10 meses y volver a licitar. “No queremos que Glòries se enquiste. Hay que hacer limpieza y presentar un proyecto realista”.

Para la portavoz del equipo de gobierno municipal, el rechazo contundente de los grupos de la oposición a la rescisión del contrato llevará a seguir trabajando con empresas que actualmente se encuentran investigadas en el caso 3%.

Más de un millón de sobrecoste

A la comisión también ha acudido el director de la compañía municipal Bimsa, Ángel Sánchez, quien ha presentado algunas de las conclusiones del estudio encargado por el ayuntamiento. Una de ellas, que el proyecto difiere de la empresa constructora en dos conceptos: el importe --“tenía una percepción del coste muy superior a la nuestra”-- y el plazo, ya que incumplía los conceptos contractuales.

Sánchez también ha asegurado que el sobrecoste de la paralización de las obras y posterior licitación asciende a un millón y medio de euros, más unos 23.000 euros al mes de vigilancia para blindar la zona durante los meses de parón.

El nuevo proyecto existe, en sus palabras, “es el que nos ha puesto en antecedentes de esta situación, ya está redactado a falta de ultimar precios para ponerlo en trámite”. Calcula que, con la nueva licitación, las obras podrían estar acabadas en enero de 2020.

Rescisión del contrato

Pese a todo, el ayuntamiento ha rescindido el contrato con la UTE tras el consejo de administación de Bimsa, una reunión que ha provocado críticas en la oposición, ya que ha calificado como absurda la comisión anterior. Los resultados han sido de tres votos en contra, 11 a favor y una abstención.

El consistorio, además, pedirá daños y perjuicios a la empresa constructora por el retraso y las pérdidas económicas, pese a que no ha concretado la cifra que solicitará. “No queremos que Glòries se convierta en una Sagrera dos, queremos poder cerrar este agujero”, ha dicho Janet Sanz, tras agradecer el apoyo de la CUP.

La decisión no implica que las obras queden paralizadas este mismo martes, sino que a partir de entonces se procederá a las labores de mantenimiento de vallado y cierre de la obra, algo que llevarán a cabo en un mes y medio, aproximadamente. Se trata de un proyecto que realizará la misma UTE, excepto si se niega. En ese caso, el consistorio realizará una contratación externa.

La nueva licitación se llevará a cabo en julio con un presupuesto de unos 39,2 millones de euros y las obras se volverán a iniciar en enero de 2018. La UTE que está realizando los trabajos actualmente podrá volver a presentarse, siempre que no se les inhabilite.

La UTE se defiende

Por su parte, la UTE ha reaccionado manifestando que respeta la decisión del consistorio pero no la comparte. En un comunicado enviado la noche de este lunes, la constructora ha precisado que se le atribuye una responsabilidad que no le pertenece en cuanto a retrasos y sosbrecostes, "ya que ésta tuvo que asumir un proyecto constructivo que no se correspondía con la realidad a pie de obra".

Añade, además, que los trabajos encomendados hasta la fecha se han continuado ejecutando con normalidad y que ha colaborado siempre con todos los agentes del proceso para evitar la paralización de las obras.