La realidad es tozuda y, pese a las amenazas de desconexión exprés de la Generalitat, lo cierto es que la diplomacia catalana está todavía supeditada al Estado español. Dicho de otra manera, el presidente autonómico, Carles Puigdemont, firma sus convenios internacionales como “Reino de España”.
Así lo desvelan recientes acuerdos suscritos entre organismos extranjeros y la Generalitat a los que ha tenido acceso Crónica Global. Por ejemplo, a finales de 2016, Puigdemont firmó un convenio con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, por el que el Gobierno catalán se compromete a contribuir económicamente en la defensa de los mismos.
La Administración catalana realizó una aportación de 100.000 euros. El documento, suscrito en Ginebra, está firmado por el alto comisionado de las Naciones unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, en representación de la citada Oficina del Alto Comisionado, mientras que Puigdemont rubrica el acuerdo en representación de “la Generalitat de Cataluña (Reino de España)”.
La fórmula es idéntica a la utilizada en 2013 por el expresidente Artur Mas, quien, en un acuerdo con la Unesco, también hizo constar la pertenencia de la Generalitat al “Reino de España”. En cuatro años, poco o nada ha cambiado en las formalidades diplomáticas.
Igual que en la época de Carod
Asimismo, en otro convenio con la Unesco, a finales de 2015, la Generalitat aparece encabezada con la frase “Generalitat de Cataluña. España”, tal como en 2010 se hizo con el acuerdo entre Unicef y la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo “de la Generalitat de Cataluña, Gobierno Autónomo de Cataluña-España)”. En aquella ocasión, la firma pertenecía al entonces vicepresidente catalán, Josep Lluís Carod-Rovira (ERC).
Se da la circunstancia de que todos esos convenios están incluidos en una docena de memorandos que el actual consejero de Asuntos y Relaciones Institucionales y Exteriores y Transparencia de la Generalitat, Raül Romeva, envió a la diputada de Ciudadanos Susana Beltrán en respuesta a una pregunta parlamentaria.
Ninguno de esos documentos corresponde a la petición de Beltrán, quien pidió información sobre los memorandos relacionados con el proceso secesionista que Romeva ha enviado a diferentes instituciones internacionales. Pero esos acuerdos arrojan un detalle curioso: que el Gobierno catalán ha seguido utilizando la marca España en sus acuerdos diplomáticos.
Tal como informó este medio, la Mesa del Parlamento catalán ha reprobado a Romeva por no entregar a Ciudadanos la información solicitada.