Mañana quedará visto para sentencia el juicio por la consulta del 9N. Y Artur Mas quiere poner el broche final con un gran alegato para congraciarse con los sectores más duros de su propio partido, que se han mostrado muy críticos con su estrategia de defensa. Fuentes conocedoras de los preparativos de ese discurso lo han calificado de “peronista”, pues estará dirigido a la masa ciudadana que le acompañó el pasado lunes hasta la sede judicial. Y eso requiere ciertos toques de populismo.
Tal como ha publicado Crónica Global, la línea de defensa de Mas, basada en convencer al tribunal de que no hubo desobediencia al Tribunal Constitucional, no ha gustado a determinados dirigentes de PDECat, aquellos que más apuestan por la vía unilateral del referéndum.
Los socios de la CUP
El descontento ha sido especialmente notorio en el caso de la CUP, que da apoyo al Gobierno catalán en esta legislatura --lo hace tras haber pedido la cabeza de Mas a cambio de votar a favor de la investidura de Carles Puigdemont--, pues los antisistema recuerdan que, en septiembre, se tiene que celebrar un referéndum “sí o sí”; es decir, obviando las prohibiciones de las instituciones españolas.
Algunos dirigentes de la nueva CDC consideran que el cerebro de esa línea de defensa de Mas, que también rechaza ERC, es Rafael Entrena, abogado de la exvicepresidenta catalana Joana Ortega, que también se sienta en el banquillo junto a Mas y la exconsejera de Educación Irene Rigau. El hecho de que Ortega fuera dirigente de UDC ha resucitado el viejo enfrentamiento entre los democristianos y CDC, que rompieron su alianza después de que Mas abrazara la vía de la independencia.
Corregir el tiro
Por todo ello, Mas tiene previsto tomar la palabra al final del juicio --todos los acusados tienen derecho a hacerlo-- para hacer una arenga patriótica con la finalidad de corregir el tiro y reconciliarse con quienes han criticado la ambigüedad de su discurso. El líder de PDECat quería aprovechar este juicio, por el que afronta una petición fiscal de 10 años de inhabilitación por desobediencia y prevaricación, para ganar posiciones como candidato a unas elecciones “constituyentes” que sustituirían al citado referéndum.
Pero incluso sus articulistas afines han cuestionado la falta de valentía en esta vista oral. Por ello, y a modo de enlace entre la concentración ciudadana del lunes y la conclusión del juicio, Mas quiere decir la última palabra en un discurso dirigido “al pueblo catalán”.