Cataluña sufre un tsunami de patrioterismo. Hay independentistas de toda la vida, como tras la muerte de Franco había demócratas pata negra. Hay un verdadero overbooking de protomártires, dispuestos a servirles de merienda a los leones del Tribunal Constitucional o la Fiscalía General del Estado. Todo el mundo quiere ser Abraham y sacrificar, si fuera necesario, hasta a su propio hijo. Incluso se van a celebrar misas por los caídos por Cataluña, como antes se hacían por los caídos por Dios y por España.
Gracias a la encomiable labor altruista de una de las damas distinguidas con la banda de la Orden de la República Catalana del Cuarto de Baño de Pilar Rahola y Paella del Comisario Trapero, la señora Helena Garcia Melero, nos hemos enterado por medio de un anuncio pagado por el Gobierno catalán que una de las mejores leches de Europa es precisamente le leche de Cataluña. No podemos estar en la pole position de la leche europea y tener unos traidores de chichinabo que no pasan de neo falangistas o neo franquistas, como la cerveza sin alcohol, los yogures light y el café descafeinado. Queda de un casposo total. Cuando un catalán llama a otro catalán botifler, en honor a los partidarios catalanes de Felipe V, es decir traidor, se le ensancha la capacidad torácica, es una persona nueva, plenamente realizada. Solo falta escupirle a la cara, cosa que en ocasiones se efectúa de forma certera. El efecto es total.
Cuando un catalán llama a otro catalán botifler, es decir traidor, se le ensancha la capacidad torácica, es una persona nueva, plenamente realizada
Durante el franquismo se llevó a cabo, por parte de los dirigentes del nacional catolicismo catalán, una encomiable y subversiva campaña de movilización popular bajo el lema "Volem bisbes catalans" que demandaba la designación de prelados autóctonos para las diócesis del Principado. El poeta Joan Oliver, Pere Quart, no vaciló en acuñar la suya "Volem meuques catalanes" reclamando también señoras de la vida de incuestionable catalanidad. Desde que el señor Duran i Lleida ha dejado vacía la suite del Palace y ahora toca la batería y su fiel escudero, el señor Josep Sánchez Llibre, quien denunció los vuelos intimidadores de los aviones de combate español sobre Cataluña y los catalanes, desde la tribuna de oradores de las Cortes, méritos suficientes --y más ahora-- para representar a la gran patronal catalana, Fomento del Trabajo Nacional, en la CEOE española con sede en Madrid, todavía España. La plaza de traidor oficial está vacante, hacen de lobberos.
Un verdadero patriota catalán era alguien que bebía cava convencido de que era lo mejor del mundo mundial, cuando el único cava que se puede beber es el Vichy Catalán. Ahora aparece en la referida orden del WC de Pilar Rahola el señor Laporta, conocido por bajarse los pantalones, echarse el champán por encima, como síntoma de distinción, o bebérselo a morro con yate y rubia recauchutada a juego. Todo por Cataluña.