Los convergentes buscan una salida al atolladero de su nuevo nomenclátor a la desesperada. El Ministerio de Interior ha vetado el nombre de Partit Demòcrata Català (PDC), surgido del congreso de refundación celebrado en julio por la antigua CDC, porque se parece al de otros partidos registrados anteriormente. Según ha podido saber Crónica Global, la formación que preside Artur Mas baraja la posibilidad de comprar al expresidente del FC Barcelona, Joan Laporta, el nombre de la formación con la que entró en política en 2010: Democràcia Catalana. La idea consiste en utilizar estas siglas como código de identificación fiscal para operar legalmente, mientras que el nombre comercial seguiría siendo PDC. Un sistema que utilizan muchas empresas cuya marca no coincide con la denominación fiscal. La compra de la denominación Democràcia Catalana está valorada en unos 350.000 euros.
Tras su experiencia política --fue diputado en el Parlamento catalán y concejal en el Ayuntamiento de Barcelona--, Laporta intentó recuperar de nuevo la presidencia del Barça, pero no lo logró. Bon vivant, amante del lujo y de las mujeres, Laporta siempre ha hecho alarde de su ideología independentista y mantiene excelentes relaciones con los poderes fácticos catalanes. Le une una estrecha amistad con el presidente Carles Puigdemont y su esposa, Marcela Topor, con quienes hizo un viaje a Rumanía en 2014. Este verano, el expresidente del club culé asistió a la polémica fiesta que la escritora Pilar Rahola organizó en Cadaqués (Girona), a la que asistió el propio Puigdemont.
No sería de extrañar, por tanto, que Laporta hiciera un último servicio a la causa, y quizá a buen precio, si CDC opta finalmente por esta solución.
Las amenazas de Demòcrates de Catalunya
Ya en el cónclave celebrado por los convergentes en julio, el nombre del nuevo partido dio problemas, pues la militancia se rebeló contra el el nomenclátor que quería imponer la dirección de CDC. Dos meses después, ha sido el Ministerio del Interior el que ha puesto trabas a las siglas PDC, algo que Artur Mas y su equipo interpreta como un nuevo ataque al independentismo.
Según el Ministerio, varios de los partidos afectados por la similitud en la denominación o en las siglas propuestas por los convergentes --Demòcrates de Catalunya (Demócrates), Partit Demócrata de Catalunya y Plataforma Democràtica de Catalunya-- se dirigieron al Registro haciendo constar su oposición a que dicha denominación fuese registrada. Especialmente beligerante fue Demòcrates de Catalunya, fundado por exdirigentes de UDC de tendencia secesionista. Su portavoz, Antoni Castellà, advirtió del conflicto que podría producirse en el seno de Junts pel Sí --donde participa esta formación-- si se mantenía el nombre de PDC.