Don Quijote nos ataca con más de un centenar de actividades y fastos
Rajoy se vuelca en el IV centenario de la muerte de Cervantes y García-Page desempolva la ruta del caballero andante esquivando los hitos del despilfarro socialista
9 enero, 2016 00:00La tontería –-así lo calificó el académico cervantista Francisco Rico-- del turismo necrológico, iniciado el año pasado por la ya olvidada alcaldesa madrileña, Ana Botella, con la exhumación de los posibles restos del insigne Miguel de Cervantes, no será nada con lo que nos espera en este 2016. Los ejecutivos central y de Castilla-La Mancha han previsto más de un centenar de actividades y gigantescos fastos, para festejar el IV centenario de su fallecimiento.
Tendremos caballero andante hasta en la sopa. De mano del presidente Emiliano García-Page, para celebrar la efeméride de una manera “esplendorosa y útil”, esta Comunidad ha unificado su nueva imagen turística, natural y hasta gastronómica en un logo con la bacía y el bigote de Don Quijote y el lema “Un lugar en tu vida”.
Ruta resucitada
De paso, el ejecutivo de Toledo ha desempolvado la famosa Ruta de Don Quijote, creada en honor a la más famosa obra cervantina, y que ha dormido el sueño de los justos durante los cuatro años de mandato de Dolores de Cospedal. Para ser exactos, RENFE ofreció a José Bono, en los años ochenta, la realización de la citada ruta con trenes y autocares especiales, ante la demanda turística extranjera que se percibía. Bono sonrió y prometió, pero no hubo nada.
Esto de ahora esquiva el paso por hitos del despilfarro socialista como el famoso aeropuerto sin vuelos de Ciudad Real o la carcasa del hospital de Toledo, llamado a ser el más grande de Europa para una ciudad de 77.000 habitantes.
Camino jacobeo frustrado
Esta ruta, que comenzó a fraguarse en 2004 bajo la égida de José Bono, trascurre a lo largo 2.500 kilómetros de la Castilla-La Mancha, está compuesta por 10 tramos, atraviesa 148 municipios y recorre los principales espacios naturales y culturales de la comunidad. Todo a lo grande, como ideó el ejecutivo de Bono en el 2004, con una dotación de 40 millones de euros, a los que se añadieron otros 50 millones en el 2009, ya bajo la presidencia de José María Barreda, con la aspiración de que “acabará consiguiendo un flujo de peregrinos de dimensiones parecidas a las del Camino de Santiago”.
Sin tener en cuenta que los caminos de esta región no son aptos para grandes caminatas al sol desde mediados de mayo a octubre. Tanto es así que solo hay noticia de un ciudadano alemán que recorrió la ruta en su totalidad, tal como informó entonces la Junta socialista.
26.000 euros por kilómetro
La declaración de itinerario cultural europeo por el Consejo de Europa y la inclusión dentro de la red de destinos sostenibles de National Geographic, fueron los principales logros del ejecutivo de Barreda, que destinó la partida más importante al arreglo de caminos, veredas y riberas. El adecentamiento salió a 26.000 euros por kilómetro, según las cuentas oficiales.
Ecologistas en Acción fue la primera en criticar el impacto medioambiental y el rediseño del proyecto para que el trazado pasara por el Reino de Don Quijote, un macroproyecto urbanístico que se iba a construir al lado del aeropuerto de Ciudad Real, que también recibió en un primer momento el nombre del famoso caballero.
Aeródromo para la avifauna
La ruta pasará de largo por este aeródromo, hoy solo utilizado como plató de rodaje de películas, pista para probar coches y dar cobijo a la rica avifauna de la zona. Con una inversión que alcanzó los 1.100 euros, el primer aeropuerto privado de España comenzó a finales del 2008 y solo tres años después dejo de hacerlo, por su escasa rentabilidad.
En 2012 cerró su única pista de 4.000 metros y una terminal de 28.000 metros cuadrados con capacidad para cinco millones de viajeros. Dejó una deuda de 320 millones. Los posibles compradores no ofrecen ni 40.
Hospital parque de atracciones
Tampoco ser incluido en el itinerario el nuevo Hospital de Toledo, hoy un esqueleto de ladrillo y cemento, que hubiera superado los 500 millones de euros de coste si no se detiene cuando iban gastados 362. De sus magnitudes desproporcionadas y megalómanas dan fe los 126.000 metros cuadrados de fachada, los 495 despachos, 12 tramos de escaleras mecánicas, o el medio kilómetro que separan los quirófanos de la habitación más lejana. Sin contar los acabados de lujo, un lucernario de diseño de 750.000 euros, y una plaza de 7.500 metros cuadrados. Una especie de parque de atracciones, fiel reflejo de la fiebre de la burbuja y una locura que sobrepasó la de Don Quijote.
Los mandatarios de Castilla-La Mancha han corregido la ruta e incluido algunos pueblos olvidados en la anterior. Pero deben dejar claro de que se trata de una iniciativa meramente regional. Porque si han leído el Quijote, saben que su viaje llega a Cataluña. De lo contrario, no habría más remedio que tratarles con tono cervantino: ¿Son tontos o son políticos?