Política

Los pequeños comercios de Barcelona prefieren acogerse a ley estatal de horarios comerciales que a la de la Generalidad

La mayor flexibilidad de apertura horaria que permite la ley estatal significa una "liberación" para pequeños comerciantes tradicionales.

6 mayo, 2015 12:17

Los pequeños comercios de Barcelona consideran perjudicial para sus negocios la ley del Gobierno de la Generalidad que limita las horas de apertura de los comercios en la ciudad de Barcelona.

Como informa Vozpópuli, los comerciantes se han acogido a la ley estatal de horarios para poder abrir más días festivos y atender la fuerte demanda de turistas y de cambios en el hábito de consumo de los clientes.

Una de las principales fuentes de ingresos en la capital catalana es el turismo y, por ello, diversos comerciantes se han atrevido a alzar la voz para denunciar una situación que les perjudica y que, a su juicio, es un auténtico contrasentido en una ciudad que recibe a millares de turistas anualmente.

Abrir los comercios "es una necesidad"

Luis Gallego es uno de los pequeños comerciantes que ha querido expresar su opinión. Él tiene una tiende de golosinas en una de las calles más centricas de Barcelona y ha decidio abrir su negocio los domingos a pesar de que la normativa autonómica lo impide.

"Cada vez más pequeños comerciantes del centro de la ciudad y de otras zonas menos turísticas de Barcelona están abriendo. Es una necesidad. Si abrimos es porque sabemos que vamos a tener clientes y en mi caso personal yo prefiero acogerme a la ley estatal de horarios comerciales que es más flexible respecto de la norma catalana", ha asegurado el comerciante barcelonés.

Como sostiene el rotativo, el caso de Luis no es una excepción en la ciudad condal. Cada vez más comerciantes deciden trabajar en domingo y en días festivos. La mayor flexibilidad de apertura horaria que permite la ley estatal aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy ha significado una "liberación" para pequeños comerciantes tradicionales que necesitan adaptarse a los nuevos ritmos de ocio en la ciudad y a la llegada masiva de turistas que consumen en viernes, sábado o domingo, sin distinguir día laborable o festivo.