Enric Martínez, líder de Podemos Unidos

Enric Martínez, líder de Podemos Unidos

Política

"La soberanía nacional puede ampliarse, jamás trocearse, siempre ejercerse"

Enric Martínez era el candidato a la secretaría general de la lista Podemos Unidos al Consejo Autónomico de Podemos Cataluña, hasta que la Comisión de Garantías Democráticas de la formación le excluyó a él del proceso. Pero no al resto de la lista, que cuenta con Ángela Herrero como candidata al Consejo Ciudadano y a Antonio-Francisco Ordóñez para la Comisión de Garantías.

13 febrero, 2015 08:53

¿Cuáles son los ejes programáticos de su candidatura?

“Pan, trabajo, techo y salud, primero; todo lo demás, después”, es nuestro lema. Por tanto, lucha por el empleo, la calidad sanitaria y los derechos sociales son nuestras prioridades. Asimismo, somos internacionalistas, interculturalistas y solidarios, contrarios a los nacionalismos.

¿En qué se diferencian sus propuestas de las otras listas?

Claramente, en nuestras prioridades económicas y sociales sobre otras consideraciones de orden muy secundario para la gran mayoría de las personas que confían en nuestro proyecto para Podemos. Esto es lo que debería diferenciar Podemos del resto de partidos de Cataluña y apelaría a una gran parte de ciudadanos que llevan tantísimos años políticamente huérfanos. Sobre el tema machacón de la indepèndencia, abiertamente en contra, a diferencia de todas los demás candidaturas: la soberanía nacional puede ampliarse, jamás trocearse, siempre ejercerse. Además, predicamos con el ejemplo en ‘empoderar’ a los excluidos. Nuestros candidatos tienen un perfil mucho más parecido a nuestra base social: están todas las edades; hay bastantes desempleados; muchos obreros manuales, sin predominio de licenciados universitarios. Los perfiles técnicos lo son de verdad: tienen mucha más experiencia y competencia, sin ‘titulitis aguda’, pues incluyen varios médicos, abogados en ejercicio, una ingeniera, e incluso un profesor de la Universidad de Cambridge. Por añadidura, la gran mayoría de nuestros candidatos reside en barrios y ciudades obreras de la corona metropolitana de Barcelona, donde vive y sufre la mayoría de las personas que vienen confiando en Podemos.

¿Qué opina de su exclusión como candidato a la secretaria general?

Es muy dañina para la imprescindible salud democrática, participación, transparencia y pluralismo imprescindibles en un partido desde el que prometemos regenerar el sistema político, económico y social de nuestro país e, incluso, en el ámbito internacional. Tampoco respeta los estatutos y reglamentos de Podemos, el derecho a la defensa ni la presunción de inocencia. Por cierto, las acusaciones son calumnias por parte de miembros de la principal candidatura rival. Pero solo me han excluido a mí, no al resto de compañeros. Ángela Herrero se presenta como candidata al Consejo Ciudadano y Antonio-Francisco Ordóñez para la Comisión de Garantías. Pedimos a todos los simpatizantes su imprescindible voto para los dos órganos colectivos, así como voto en blanco para la Secretaría General. La votación, que ya está en marcha, acaba este mismo viernes.

¿Cómo valora que Pablo Iglesias apadrine una de las listas?

Es compresible humanamente, incluso en alguien de su talento; pero es un error para el proyecto que Pablo apadrine listas. Lo digo desde mi posición de analista político empírico desde hace lustros. Para conformar mayorías que puedan llegar a gobernar es imprescindible sumar gentes diversas; es decir: apertura y pluralismo.

¿El sistema electoral empleado es justo? ¿Cómo lo definiría?

Es un sistema ultramayoritario que elimina completamente el pluralismo, incluso peor que los sistemas mayoritarios que existen en Estados Unidos, Reino Unidos o Nueva Zelanda, y desde luego muchísimo peor que en Francia. Parece ser que imita el aplicado en la UPyD de Rosa Díez y en el Ciutadans de Albert Rivera. Es una clara ironía que se pida más proporcionalidad en las Cortes y los parlamentos autonómicos y se haga justo todo lo contrario en el interior de los partidos: en casa del herrero, cuchara de palo.

¿Qué le sugiere que Podemos Barcelona esté integrado en la candidatura municipal de Ada Colau?

Francamente, peor imposible. El electorado no lo quiere, como demuestra una encuesta de gran calidad para el Ayuntamiento de Barcelona. Allí se ve que sólo uno de cada cinco simpatizantes de Guanyem-ICV ve con buenos ojos esta sopa de siglas, la cual, a su vez, sólo cuenta con la aprobación de uno de cada tres ‘podemistas’. Es natural que así sea, porque el perfil social de unos y otros es muy distinto. A veces, sumar resta. La coalición nos hará perder todos los votos de los ‘podemistas’ que detestan a ICV, gran parte de los cuales corresponden al antiguo perfil del votante socialista. Lo mejor sería obtener el máximo de concejales cada cual por su lado y, a continuación, negociar un gobierno municipal entre fuerzas afines. Dicho esto, la semana pasada tuvo lugar una votación que aprobó la coalición pre-electoral. La participación fue muy escasa y los términos del acuerdo no estaban claros en absoluto. Pero es lo que hay.

Se ha publicado que Iniciativa per Catalunya sufragará la mayor parte de la campaña electoral de Barcelona en común. ¿Cómo lo valora?

Completamente previsible. Hace muchos meses que da una fuerte sensación de que no sólo ponen el dinero, sino también las estructuras del proyecto Guanyem, ya sea directa o indirectamente.

Tras la emisión en el Canal 33 del documental Ciutat Morta se ha levantado cierta polémica mediática sobre el llamado 'Caso 4-F'. ¿Qué le parece?

El presunto abuso de poder y la muy plausible falsificación de pruebas son inaceptables. Por el contrario, se hace del todo necesario promover la independencia del poder judicial en todos los niveles, que en el Caso 4-F parece brillar por su ausencia.

¿Cree que el Gobierno de Mas ha utilizado el desafío independentista para tapar otras historias?

Por supuesto. Como dice un rapero del barrio de La Verneda, en Barcelona: “La nació de Mas, la nació del fum”. Son ya casi tres años de CiU y Esquerra tapando recortes sanitarios y sociales y una gestión de la economía catalana desastrosa y completamente irresponsable con esta cortina de humo. Para más inri, ahora, con la convocatoria de elecciones autonómicas pretendidamente plebiscitarias demuestran su mal perder. Tras el 9N, donde los nacionalistas fueron claramente derrotados, ellos mismos deben aceptarlo. Todo aquel que quiso, incluso alguno que no quería, fue a votar sin impedimento alguno. Según el propio recuento de la ANC, que no es imparcial, apenas les apoyó un tercio los convocados a las urnas. Ya es hora de pasar página: prou de romanços i mans a la feina!

¿Cuándo escucha decir a un dirigente, o un simpatizante de Convergència, qué "España nos roba", ¿qué piensa?

Que es un insulto a nuestros hermanos y hermanas del resto de España, a esta mayoría de catalanes que nos sentimos españoles y, para colmo, es una mentira propia de reaccionarios. En todas las democracias avanzadas existen políticas de redistribución de la riqueza. Oponerse a esto es egoísta y retrógrado. Además, una economía saludable requiere de inversiones públicas que reequilibren sus territorios. Hacer lo contrario es muy perjudicial para la economía, ya que vivimos en un mundo interconectado.