La intensificación del proyecto secesionista del presidente de la Generalidad, Artur Mas, empieza a generar reacciones adversas en el ámbito empresarial.
Así, un grupo de empresarios y directivos catalanes ha puesto en marcha una nueva entidad, Empresaris de Catalunya, con el objetivo de "dar voz a los empresarios y profesionales de la empresa que deseamos alertar de las consecuencias negativas que traería el 'proceso secesionista' catalán para la actividad económica de Cataluña y, en consecuencia, para todos y cada uno de los catalanes".
Presentación pública el 11 de diciembre
La asociación se presentará públicamente el próximo 11 de diciembre con una cena en el Hotel Meliá Sarriá de Barcelona, aunque ya han avanzado sus planteamientos generales a través de una declaración y de un manifiesto fundacional que están disponibles en su página web.
En ella, se definen como "una asociación empresarial de última generación e independiente a cualquier órgano de poder ya sea político o empresarial" que representa a "una amplia diversidad de empresarios de todos los tamaños y pertenecientes a una gran diversidad de sectores".
"Grandes empresarios catalanes auspician y participan en el proyecto"
La entidad está presidida por Mariano Ganduxer (Grup Bonanova) y cuenta con José Bou (Bahía Franc y bollerías Jaime Bou) como vicepresidente. Otros nombres que forman parte de la iniciativa son Ferran Brunet, José Miguel Contreras, Sergio Martínez Campos y Ramón Romagosa, y diversos profesores de escuelas de negocios y universidades.
Funtes de la entidad han revelado a CRÓNICA GLOBAL que, además de estas personas, hay "grandes empresarios catalanes" que "auspician y participan en el proyecto", que también recibe el apoyo de empresarios extranjeros afincados en Cataluña.
"Preocupación por la repercusiones" económicas del proyecto secesionista
"Frente al 'mundo feliz' que nos promete el “oficialismo independentista", Empresaris de Catalunya quiere manifestar "una gran preocupación por las repercusiones reales que tiene el proceso secesionista para el desarrollo de la actividad empresarial, el crecimiento de la economía catalana y el progreso y el bienestar de todos los catalanes".
Además, insisten en que "el discurso secesionista no es representativo de lo que todos los empresarios catalanes piensan". "Formar parte de España y de la Unión Europea ha sido y es, hoy más que nunca, fundamental y positivo para el crecimiento de nuestra economía y el progreso de los catalanes", añaden.
Denuncian los "costes y perjuicios evidentes" de una hipotética independencia
Empresaris de Catalunya denuncian "el intento de las instituciones que representan al mismo Estado en Cataluña de silenciar opiniones divergentes y plurales", y consideran que es "necesaria una asociación que libremente exprese sus preocupaciones sobre los perjuicios reales que podría acarrear una hipotética secesión de Cataluña del resto del Estado español".
En eses sentido, plantean algunas "reflexiones sobre las consecuencias de la independencia" en forma de preguntas:
"¿Volverían las fronteras, las aduanas y la aplicación de aranceles con los demás países de la UE? ¿Cuántos clientes y consumidores de nuestros productos y servicios en el mercado español se perderían? ¿Qué parte de este mercado español se acabaría perdiendo? ¿Y del mercado de la UE? ¿Cuántos países de la UE nos pondrían el veto al ingreso como nuevo miembro? ¿De dónde se obtendrían los recursos precisos para financiar las estructuras del nuevo Estado, sus empresas y los particulares? ¿Cuánto deberían subir los impuestos? ¿Cuánto costarían las nuevas estructuras del nuevo Estado? ¿Con qué deuda pública inicial arrancaría el nuevo Estado separado? ¿Qué moneda tendríamos y con qué paridad respecto al euro? ¿Nos mantendríamos en una moneda sobre la que no tendríamos ninguna influencia? ¿Quién invertiría aquí? ¿Cuántas empresas optarían por la deslocalización fuera del nuevo Estado? ¿Quién garantizaría el pago de las pensiones a los jubilados, desempleados e incapacitados a partir del primer mes de la secesión? ¿Con qué fondos? ¿Subirían o bajarían las cotizaciones sociales?".
Y ellos mismos responden: "No estamos dispuestos a asumir unos costes y unos perjuicios evidentes que se derivarían de la secesión de Cataluña del resto de España para todos y cada uno de los catalanes".
Mas pone en riesgo las relaciones con clientes y proveedores del resto de España
En su manifiesto exigen al Gobierno de la Generalidad que no abandone "los principios de legalidad y neutralidad, si no nos quiere llevar a un gravísimo callejón sin salida". Y le acusan de perjudicar y poner en riesgo "las relaciones con nuestros clientes, proveedores, fuentes financieras, inversores y socios del resto de España, los cuales contemplan con preocupación y estupor la evolución de este proceso secesionista".
Advierten de que la secesión supondría la salida de la UE y de los organismos que contribuyen al desarrollo económico y social de Cataluña, y conllevaría "la desaparición de la libre circulación de personas, mercancías y capitales y significaría un colapso económico por pérdida de mercados, pérdida de financiación, fuga de capitales, deslocalización de empresas y aumento del paro".
Instan a que Cataluña se ponga "al frente" de la economía y políticas españolas
Empresaris de Catalunya subraya que la secesión acrecentaría "los graves problemas de financiación de las empresas catalanas", y denuncia que el proyecto secesionista de Mas ha trasladado a las empresas la "creciente confrontación en la vida diaria generada en el seno de la sociedad", lo que tiene "consecuencias económicas y sociales que afectan negativamente a la convivencia y a la competitividad"
Por todo ello, hacen un llamamiento a recuperar "el seny y el liderazgo empresarial que siempre nos han caracterizado a los catalanes", y piden que Cataluña se ponga "al frente de la economía y la política españolas con generosidad", porque "a los catalanes nos ha ido muy bien en España, como lo demuestra el papel principal que tenemos aquí, y en Europa".