El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha advertido del riesgo de que la frustración causada por el proyecto independentista que promueve el presidente de la Generalidad, Artur Mas, acabe generando "violencia" en Cataluña.

"Un proceso de estas características, por su propia naturaliza, genera radicalismo. Y todo radicalismo, en sí mismo, es negativo. Por tanto, negar la posibilidad de que esa radicalización, sumada a la frustración, pueda degenerar en violencia no es una posibilidad que no se deba contemplar. Ni es una utopía. Creo que es un riesgo cierto y real", ha señalado en una entrevista publicada este domingo en Abc.

En este sentido, Fernández Díaz ha insistido en que "habrá que estar vigilante ante él [ante ese riesgo], pero sobre todo aquellos que con sus iniciativas políticas están generando esa radicalización y previsiblemente van a provocar frustración". "La combinación de radicalización y frustración es muy peligrosa. Y conviene tenerla muy presente a la hora de tomar determinadas decisiones y fijar determinados rumbos. Porque algunos dan la sensación de que han colocado el timón en rumbo de colisión", ha añadido.

"Es un momento de rauxa y hay que volver a la cordura"

El ministro del Interior ha subrayado que "lo que hemos de intentar entre todos es que las aguas vuelvan al cauce del que nunca debieron salir". "Es evidente que en Cataluña, por desgracia, un sector significativo de la sociedad y en particular sus gobernantes autonómicos, están instatalados en la rauxa y conviene pasar al seny, es decir, del arrebato a la cordura. El catalán es un pueblo muy sentimental. Pero cuando los sentimientos no son moderados por la razón, se desbordan en pasiones y de ahí a la radicalización hay un paso. Es evidente que estamos viviendo un momento de rauxa en una parte de la sociedad catalana y hay que volver a la cordura", ha explicado.

Fernández Díaz ha recordado que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha respondido "con absoluta nitidez" a la voluntad de Mas de celebrar un referéndum secesionista legal en Cataluña. "La unidad de España no es negociable, la soberanía nacional no es compartimentable y en la Constitución, que todos hemos jurado cumplir y hacer cumplir, no tiene cabida un objetivo de esas características. ¿Cabe la reforma de la Constitución? Sí, pero si se procede por los cauces que establece la Carta Magna. En un Estado de derecho como es España, el principio de cumplimiento y respeto de la ley es condición necesaria y previa para todo lo demás. Cualquier proyecto político es legítimo mientras no pretenda desbordar los límites de la ley, que es la que garantiza en una sociedad democrática una convivencia pacífica y libre". ha indicado.

El 9N, "una Diada con urnas"

El ministro ha señalado que la posibiidad de llevar a Mas ante los tribunales por el 9N -que ha calificado como "una Diada con urnas"- depende ahora de la Fiscalía.

Y ha reconocido que una nueva desobediencia del presidente autonómico a los tribunales sería "un escenario" que prefiere "no contemplar". "Sería un escenario muy, muy malo. Muy negativo. Generaría una crispación y una situación de muy difícil gestión", ha añadido.

Defiende la "prudencia" y "proporcionalidad" de los jueces y el Gobierno

En todo caso, ha considerado que los jueces prefirieron no actuar frente al 9N "en virtud del principio de proporcionalidad". Y ha defendido que Rajoy compareciera tres días después de la votación para no darle "carácter de oficialidad y de legalidad".

"En caso contrario, le habrían criticado en el sentido de que con su comparecencia habría solemnizado lo sucedido en Cataluña, se habría puesto al mismo nivel. Creo que los tiempos se han marcado muy bien. Se ha actuado con prudencia y proporcionalidad, y esto significa que no sea peor el remedio que la enfermedad", ha señalado para justificar la inacción del Gobierno.