El pacto de gobernabilidad entre CiU y ERC parece definitivamente roto. Una vez celebrado el simulacro de consulta del 9N -la gran condición que puso el partido de Oriol Junqueras para dar su apoyo externo al Gobierno autonómico de Artur Mas-, y con un nuevo ciclo electoral a la vista, ERC no está dispuesta seguir sosteniendo a CiU ni a aprobar unos nuevos presupuestos caracterizados, un año más, por la austeridad. Y así lo ha proclamado el propio Junqueras este jueves, después de reunirse con Mas.
En declaraciones a la prensa tras el encuentro, Junqueras ha explicado que, pese a que existe una "sintonía" con Mas respecto al proyecto secesionista, ERC no tiene intención alguna de aprobar los presupuestos de 2015, que el líder independentista considera "inviables", por la extrema austeridad a la que, según opina, obliga el Gobierno de Mariano Rajoy.
Junqueras también ha añadido que, en la reunión, no se ha cerrado ningún otro acuerdo sobre los otros dos puntos fundamentales puestos sobre la mesa: ni sobre la fecha de unas posibles elecciones autonómicas celebradas en clave plebiscitaria -ERC las desea de forma casi inmediata, mientras que Mas, máxime después de haber sacado las urnas el 9N, como prometió en su día, prefiere esperar, e incluso podría intentar agotar la legislatura-, ni si en esas elecciones CiU y ERC han de compartir lista o no.
En relación a la posible lista conjunta, Junqueras ha ilustrado a los informadores con una metáfora -casi una parábola- automovilística: "Si tenemos que hacer un viaje, debemos ponernos de acuerdo sobre adónde vamos, cuándo iremos y por qué camino", ha dicho, aludiendo al hecho de que ERC pone como condición para una candidatura unitaria soberanista que esta apueste inequívocamente por la independencia a corto plazo. "Quién conduce el coche y quién va en el asiento del copiloto son detalles menores", ha añadido, refiriéndose a la confección de la posible lista.
Sintonía de cara a la galería
Así las cosas, la "sintonía" con Mas que ha anunciado Junqueras parece más retórica que real. Y él mismo se ha encargado de sugerirlo, cuando ha dicho que "ha habido sintonía en el sentido de que entendemos mutuamente los argumentos que tenemos". Ambos dirigentes sí que han exhibido una imagen de cordialidad, dejándose fotografiar juntos antes y después de la reunión, e incluso acudiendo juntos a votar en el pleno del Parlamento autonómico, en un receso de la misma.
El 'no' explícito de ERC a aprobar las cuentas de 2015 puede ser definitivo o provisional, teniendo en cuenta la aceleración de la política catalana en los últimos meses. Pero coincide con un acercamiento entre CiU y el PSC, que se ha estado ofreciendo repetidamente a Mas para sustituir a los independentistas como apoyo externo -a cambio de renunciar a la agenda soberanista-.
Si existieran dificultades para cerrar las cuentas antes de diciembre, ERC sí se ha mostrado recientemente abierta a facilitar ciertos acuerdos menores, como el que permitiría a los funcionarios cobrar la paga extra recortada en los útimos tres años.