Laura Freixas, escritora y periodista, en un artículo publicado este jueves en La Vanguardia:
"El próximo domingo, no sé muy bien quién nos convoca a no sé muy bien qué. Habrá, parece ser, mesas, urnas y papeletas, pero no censo, ni interventores de todos los partidos, ni junta electoral.
[...] Todo eso, en nombre de la democracia y del derecho a decidir. Pero ¿democracia no es respetar las leyes que emanan del voto ciudadano?, empezando por la Constitución que votamos entre todos (90% de síes en Cataluña) y que podemos cambiar, pero entre todos. No es imposible: bien que consiguió Clara Campoamor en 1931 que el Congreso diera el voto a las mujeres, y Adolfo Suárez en 1978 que se cambiara el modelo de Estado. Hay quienes por democracia entienden otra cosa: movilizaciones populares y hechos consumados en nombre de grandes ideas y contra un enemigo. Pero ese modelo ¿no les recuerda alguna situación histórica, o mejor dicho, más de una? ¿Y qué pasó en esas situaciones con los derechos humanos?
[...] Por todo ello he decidido que el domingo me voy a quedar en casa. Para que nadie piense que me da igual votar que votar de verdad, o sea, con garantías; y para que no puedan pensar que estoy de acuerdo en decidir solamente sobre lo que ellos han decidido que decida".