Las formaciones de izquierda que defendían la celebración del referéndum secesionista original del 9N, ERC, ICV-EUiA y la CUP, han reaccionado de forma contundente al anuncio del Gobierno de que está preparando la impugnación del simulacro de consulta anunciado para ese mismo día. Coinciden en hacer una llamamiento a una gran "demostración de fuerza", aunque el sucedáneo de consulta sea impugnado. Y especialmente si es impugnado, según se puede deducir del tono de algunas de las declaraciones de este martes.
"Iremos hasta el final en la defensa del derecho a voto de los catalanes, haremos lo que sea necesario", ha proclamado este martes la secretaria general de ERC, Marta Rovira, en una visita al mercado del Ninot, en Barcelona.
Rovira no ha llegado a pedir explícitamente sacar las urnas a la calle a la fuerza, aun en caso de prohibición expresa por parte de la justicia. Pero sí lo ha insinuado. "Podrán impugnar lo que quieran, incluso están cerca de impugnar nuestro pensamiento, que nosotros seguiremos adelante", ha espetado la dirigente independentista. "Una nueva sentencia o una nueva impugnación no nos hará retroceder. El 9N no nos podemos quedar en casa", ha añadido".
La propia Rovira, en declaraciones a RAC1, ha pedido, también este martes, una nueva "demostración de fuerza" el día 9 de noviembre. "Somos una mayoría social contundente a favor de la independencia. No nos podemos quedar cruzados de brazos. Si utilizan las impugnaciones para debilitarnos y acomplejarnos, hemos de tener la reacción contraria", había opinado.
ICV-EUiA, ahora sí con el nuevo 9N
En una línea parecida se ha expresado ICV-EUiA, aunque poniendo el acento sobre la "movilización" popular el 9N, más que en votar o no votar. "El 9N habrá una gran expresión de unidad en la calle porque la ciudadanía quiere reivindicar la democracia que niega el PP", ha declarado el líder parlamentario de la coalición y colíder de ICV, Joan Herrera, en rueda de prensa este martes, acompañado del portavoz adjunto del grupo ecosocialista en el Parlamento autonómico, Joan Mena (EUiA).
El anuncio del Gobierno de que prepara una impugnación del 9N alternativo, de hecho, ha tenido el efecto inmediato de sumar a los ecosocialistas definitivamente al bloque pro 9N alternativo, ya casi sin matices. Incluso el propio Herrera, que hace solo 10 días manifestó que no votaría en el "sucedáneo de consulta", ahora ha cargado contra el PP, de quien dice que "tiene alergia a la democracia", y que intentará ilegalizar el 9N, pero "no podrá impedirlo".
No obstante esto, Herrera tampoco ha pedido forzar la celebración de la consulta, con urnas y papeletas, sino que se ha centrado en llamar a la "movilización". "Pueden intentar ilegalizarlo, pero no podran detener la movilización, en sus diferentes expresiones, el 9N", ha concluido.
La CUP sí llama a la desobediencia
Más radical en sus plenteamientos ha sido el diputado de la CUP Quim Arrufat, quien, preguntado en RAC1 por si su formación aboga por sacar las urnas a la calle el 9N, pese a la posible prohibición por parte de la justicia, ha respondido con un claro "efectivamente".
"Hemos de estar preparados para la desobediencia civil", ha exclamado Arrufat. "Hemos de llegar con despliegue y logística suficiente para desobedecer la prohibición del Estado", ha manifestado.
A la vez, el dirigente 'cupaire' ha pedido al Gobierno autonómico que "no acate la impugnación" y que "saque adelante" la consulta alternativa. "Hemos de dar pasos adelante pese a lo que diga el Estado español", ha asegurado, en la misma línea de llamar a la desobediencia.