Patxo Unzueta, periodista, en un artículo publicado este miércoles en El País:
"En los debates sobre la crisis catalana hay algunas afirmaciones que distan de ser evidentes, pero se toman por tales, como la de los soberanistas que levantan la voz para decir al mundo que no se les deja votar, o la que sostiene que el momento crucial del giro hacia el independentismo fue la sentencia del Tribunal Constitucional que 'laminaba el Estatuto'.
[...] La sentencia del Constitucional se presenta tópicamente como prueba de que las aspiraciones de los catalanes no caben en la Constitución. De un texto de 223 artículos, el tribunal anuló 14 y sometió a interpretación 27. Eso no es laminar el autogobierno. Y pocos especialistas cuestionan que tales artículos tuvieran tacha de inconstitucionalidad.
Lo que cuestionan es que pudiera recortarse un Estatuto ya refrendado por el pueblo. Tal vez debería legislarse de forma que eso no sea posible en el futuro, pero ello obligaría a incluir ciertas garantías respecto a su tramitación. Deberá reconocerse que la última palabra corresponde al censo catalán, pero la participación de las Cortes en su aprobación no podrá estar condicionada por limitaciones como las pactadas por Zapatero y Mas en 2006 respecto a las enmiendas".