El líder de ICV-EUiA, Joan Herrera, ha mantenido este martes una postura muy ambigua en relación al gran debate actual dentro de los partidos que defienden la hipotética consulta independentista planteada para el 9 de noviembre: si sacar o no las urnas en la calle aquel día, desobedeciendo -como reclama ERC- un previsible veto del Tribunal Constitucional (TC). Herrera ha pedido prudencia, pero, a la vez, no ha descartado la desobediencia.

En su intervención en el Debate de Política General en el Parlamento autonómico, Herrera ha considerado "insustituible" la consulta, y ha exigido que esta tenga "garantías democráticas". En la misma línea, ha pedido "firmeza al defenderla y responsabilidad para no quemarla".

A la vez, no obstante, no ha descartado en absoluto la opción radical que defiende ERC. "No negamos la desobediencia, pero hay que pensar el instrumento y, a la vez, como hacemos una consulta que tenga reconocimiento y recorrido al día siguiente", ha afirmado.

El dirigente ecosocialista también ha insistido en la necesidad de "unidad" de las formaciones que defienden la consulta secesionista -la propia ICV-EUiA, CiU, ERC y la CUP-, por lo cual ha pedido un "discurso frontal contra aquellos que no quieren dar una salida política a la consulta".

Ataca a Mas por el 'caso Pujol'

En este sentido, ha alertado de que el principal enemigo de las formaciones proconsulta es interior, la tendencia a "buscar falsos enemigos". Y ha puesto como ejemplo el propio debate sobre si desobedecer o no al TC, un debate en el cual, justamente, ICV-EUiA se ha mostrado ambigua.

Herrera también ha tenido tiempo para atacar a CiU y a su líder, el presidente de la Generalidad, Artur Mas. Además de criticarle su política económica, centrada en la austeridad presupuestaria, le ha echado en cara el caso Pujol. Concretamente, por el hecho de que, mientras que Mas situó la lucha contra la corrupción como una prioridad en su mandato, CiU ha rechazado personarse en las causas abiertas contra el clan Pujol.

La respuesta de Mas ha sido desmarcarse de su predecesor (y valedor) en CDC y CiU: "Yo no soy Pujol. A mí me tienen que juzgar por lo que soy". "Tengo derecho a que se juzgue al Gobierno [autonómico] por lo que hace", ha exclamado, rechazando que tenga que ser evaluado por las actuaciones de los anteriores ejecutivos autonómicos de CiU bajo Pujol, de los cuales Mas formó parte en su etapa final, llegando a ser Conseller en Cap.