Joan Tapia, periodista, ex director de La Vanguardia, de TVE-Cataluña y de BTV, en un artículo publicado este jueves en El Confidencial:
"[...] Para el sector más independentista [de CDC] y que ocupa los cargos de dirección (Rull) la prioridad es no separarse de ERC y de la ANC, pero otros saben que poner las urnas es imposible (Santi Vila lo ha dicho y el consejero de Justicia, Germà Gordó, que es clave, guarda un silencio total). Por su parte Unió ve la consulta ilegal como imposible y motivo de inmediata ruptura (con lo que Mas también se quedaría sin mayoría parlamentaria).
En el laberinto en que se ha metido, Mas parece estar bailando una especie de yenka (aquel baile de los primeros sesenta en el que los participantes, enlazados por la cintura, cantaban 'izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante y atrás', daban cuatro botes y volvían a la posición inicial). La yenka independentista de Artur Mas es 'consulta, consulta (Rull), legalidad, legalidad (Ortega), adelante porque el único plan es votar (Mas) y atrás porque la consulta será legal (Mas y otros)'. El problema es que cuando se acababa el baile de la yenka todo el mundo se iba a su casa más o menos satisfecho. Ahora el 9 de noviembre todo el mundo se irá a su casa, pero Mas forzosamente tendrá que quedar mal (con todos o con algunos).
La interpretación más plausible de lo sucedido es que Mas ha lanzado a Ortega para enviar un mensaje de freno que no compromete directamente a CDC, y luego ha salido él mismo a apagar el fuego afirmando que el único plan es votar pero sin aclarar que hará si el TC (como es seguro que pasará) suspende la consulta. Mas no miente cuando dice que convocará la consulta ni cuando insiste en que su plan es votar. Pero sí miente u oculta la verdad, o peor aún, no sabe cómo saldrá del laberinto en el que se ha metido, cuando poco después de que la convoque, el TC -a instancias del Gobiern- decida suspender la consulta. Y Mas sabe que eso pasará.
Y esto le pasa en un momento de gran debilidad. CiU era el partido moderado que disponía (por ser moderado) de fuertes apoyos mediáticos y empresariales, que va perdiendo a medida que va dejando de encarnar la moderación. El partido de la distensión (empresariado, PSC, Duran) ganó una batalla de fondo cuando Mas acudió a la reciente entrevista con Rajoy, además de con la insistencia en la consulta, con 23 propuestas para las que espera respuesta antes de fin de año. Estaba indicando su voluntad de seguir vivo e intentar negociar después de la no consulta.
Pero lo tiene cada vez más difícil porque la explosión del caso Pujol, que sólo acaba de empezar, va a restar mucha fuerza a CDC. Es muy difícil que después del 9-N pueda seguir liderando el proceso. Y es todavía más complicado que pueda ganar unas elecciones anticipadas antes o después de las municipales de mayo del 2015. Otra cosa es que el proceso se pueda radicalizar e incluso volverse más conflictivo si ERC sale de unas próximas elecciones como el primer partido catalán.
[...] Mas baila la yenka en el laberinto en el que se metió con la disolución del Parlament a finales del 2012 buscando la mayoría -no absoluta sino excepcional- y de la que salió con doce diputados menos. Pero la música suena cada día más fúnebre y desafinada".