Una hipotética secesión unilateral de Cataluña produciría profundos efectos económicos negativos tanto para Cataluña como para el resto de España. Así lo indica un reciente informe de la consultora estadounidense IHS titulado 'Cataluña: implicaciones de una potencial secesión de España'.

El documento, firmado por el consultor financiero Brian Lawson, destaca que la secesión, aunque poco "probable", implicaría para la Cataluña independiente un incremento de la deuda pública; tendría problemas de financiación; se quedaría sin el paraguas de la UE y de la Eurozona; vería reducidos los créditos a las empresas; debería lidiar con nuevas barreras a la exportación; sufriría deslocalizaciones de multinacionales; recibiría boicots del resto de España; se llevarían a cabo nacionalizaciones en sectores clave; padecería una subida de impuestos; y podrían registrarse "desórdenes civiles" con "heridos graves" o "muertos".

El principal riesgo del resto de España sería el de una intervención financiera por parte de la UE, así como dificultades para la financiación de las CCAA que en la actualidad son receptoras fiscales netas.

Incremento de la deuda y problemas de financiación

El informe apunta que "una Cataluña independiente podría encontrar problemas de financiación significativos". Recoge los datos del economista Ramón Tamames, quien señala que el nuevo Estado nacería con una deuda de 270.000 millones de euros, un 135% del PIB.

"Con la región con una deuda ya calificada como 'basura' y con el acceso cerrado a los mercados financieros, podría enfrentarse a amenazas significativas sobre su capacidad autónoma para acceder a financiación externa, probablemente también si acceso a los mecanismos de rescate de la UE. Además, estas debilidades podrían amenazar e incrementar los retrasos de los plazos de pago a los contratistas públicos, especialmente en la educación, la sanidad y el bienestar social. En el peor de los casos, podría haber limitaciones temporales en los flujos de divisas", destaca.

Fuera de la UE y de la Eurozona

IHS alerta de que la secesión conllevaría probablemente la "exclusión" de Cataluña de la UE y de la Eurozona, "al menos, inicialmente". "Es probable que su gobierno trate de vincularse al euro, si se ve obligado a introducir su propia moneda, para reducir los riesgos directos para las divisas. Sin embargo, hay graves riesgos para su posición externa", añade. Y recuerda que Cataluña tuvo un déficit comercial con el resto del mundo, excluida el resto de España, de 8.300 millones de euros en 2013.

En esa situación llevaría a la Cataluña independiente a "una posición externa potencialmente insostentible, incrementando el riesgo de posibles controles de capital en el peor de los casos".

Reducción de los créditos a las empresas

El informe alerta de que los dos principales bancos de Cataluña -CaixaBank y Banco Sabadell- "perderían el acceso a nueva financiación del Banco Central Europeo si son excluidos de la eurozona, y podrían enfrentarse a riesgos de refinanciación y a un incremento de los costes de financiación". Por ello, se verían presionados para "limitar" los créditos a las empresas, habría una potencial retirada de depósitos de los inversores españoles, y una posible reducción de las líneas de crédito de los bancos internacionales. 

"La relocalización y la separación de las operaciones no catalanas en filiales separadas sería probable en caso de independencia. Para Banco Sabadell y CaixaBank el negocio en Cataluña solo representa aproximadamente el 32% y el 27%, respectivamente, de sus redes totales", subraya.

Barreras a las exportaciones y deslocalización de multinacionales

La secesión también conllevaría la aparición de "posibles barreras a las exportaciones catalanas". IHS indica que Cataluña exportó por valor de 58.400 millones de euros en 2013. Un 72% de estas exportaciones fue a países europeos.

"La exclusión de la UE expondría las exportaciones de Cataluña a aranceles", advierte. Y asegura que "muchas empresas estarían en riesgo" y las multinacionales -como Seat-Volkswagen- "estarían en riesgo de deslocalización". "Si Cataluña tuviera que solicitar la adhesión a la UE desde cero, viendo la oposición española, sería probable que tuviera que enfrentarse a problemas comerciales con la UE durante un período prolongado", añade.

Boicots, nacionalizaciones e incremento de impuestos

Otro de los posibles escenarios que prevé el informe en caso de secesión sería la posible "nacionalización" de "sectores clave como las telecomunicaciones"; "el aumento de impuestos a aquellos con mayores ingresos"; la modificación de los contratos con la administración; y la implementación de "políticas más estrictas respecto al sector financiero", en caso de que ERC se hiciese con el poder.

Por otra parte, el documento no descarta boicots de los consumidores del resto de España a los productos catalanes en caso de secesión. Este boicot podría hacer que esos productos dejasen de fabricarse en Cataluña. Y podría afectar incluso a los bancos. Si bien, las empresas bien establecidas a nivel nacional, como Gas Natural o Abertir, tendrían menor riesgo al boicot.

"Desórdenes civiles" con "heridos graves" o "muertos"

Además, alerta de la posibilidad de "desórdenes civiles". El informe recuerda que, aunque las manifestaciones nacionalistas han sido "casi totalmente pacíficas", "grupos marginales se han infiltrado en manifestaciones pacíficas en Barcelona, bloqueando carreteras y causando pequeños daños en bancos, tiendas y edificios oficiales".

"En caso de que la votación independentista sea rechazada por España, existe una clara potencialidad de que aumente el número de protestas, las manifestaciones a gran escala y el rechazo a pagar impuestos. Estas protestas podrían perfectamente llegar a ser más violentas, especialmente contra símbolos del Gobierno nacional y empresas españolas. Un percutor más que probable de esa violencia mucho mayor sería la suspensión de la autonomía de la región por exceder sus competencias", explica, y no descarta que los disturbios llegasen a generar "heridos graves" o incluso "muertos".

El resto de España, en riesgo de intervención

En cuanto a los efectos de una hipotética secesión de Cataluña sobre el resto de España, el informe destaca que la deuda pública podría alcanzar el 116,4% del PIB -si el Estado catalán no se hiciese cargo de su parte proporcional correspondiente-, lo que conllevaría una crisis de financiación con la consecuente intervención de la UE.

También considera que la secesión de Cataluña podría tener un "riesgo significativo de contagio" a otras CCAA, "particularmente el País Vasco". Además, esta fragmentación perjudicaría a la financiación de las CCAA que son receptoras fiscales netas.

Reiteradas advertencias de entidades internacionales independientes

Este no es el primer informe de una entidad internacional que alerta de las nefastas consecuencias económicas que una hipotética secesión supondría para Cataluña. En octubre de 2012, el banco suizo UBS, uno de los más importantes e influyentes del mundo, auguraba un futuro económico "sombrío" y "desastroso" para Cataluña en caso de secesión.

Poco después, el estadounidense JP Morgan Chase, banco de inversión de referencia a nivel internacional, advertía de que Cataluña no mejoraría su fiscalidad con la independencia.

Y un mes más tarde, la multinacional Credit Suisse, uno de los grandes bancos de inversión y de gestión de activos a nivel mundial, advertía de que el PIB de Cataluña caería, al menos, un 20% en caso de una hipotética separación del resto de España.

En enero pasado, Moody's alertó de que la secesión "tendría un gran impacto negativo en la economía española", y Cataluña "también sufriría al poner en peligro todos los vínculos comerciales de que disfruta en la Unión Europea y la Eurozona", además de que el supuesto nuevo Estado catalán "tendría que asumir una parte de la deuda pública del Estado español".