La creación de una "agencia tributaria propia" para una eventual Cataluña independiente no podría funcionar "a pleno rendimiento" sin la colaboración del Gobierno, que atesora datos tributarios trascendentales.
Fuentes cercanas al Ejecutivo autonómico recogidas este martes por Europa Press indican que una de las dificultades para construir esa nueva "estructura de Estado" anhelada por el presidente de la Generalidad, Artur Mas, estriba en los datos tributarios que están en manos de Hacienda y a los que el Gobierno autonómico no tiene acceso, como las declaraciones de renta presentadas, las cuentas corrientes y el vector fiscal.
Para obtener dicha información, la Generalidad debe solicitarla en el marco de un expediente concreto de comprobación tributaria, con lo cual la predisposición del Ejecutivo es esencial en este punto.
Mas pide la colaboración de los ciudadanos
Ante este hecho ineludible, el Gobierno autonómico ha puesto en marcha, adoptando como propia una campaña de la ANC, una aplicación informática para que los ciudadanos faciliten sus datos fiscales.
Pese a que de este modo se espera disponder de grandes volúmenes de información, lo cierto es que no hay ninguna estimación sobre cuántos catalanes pueden llegar a librar sus datos fiscales a la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC).
Por lo pronto, y esta es otra de las dificultades, el Ejecutivo autonómico que lidera Artur Mas ha reconocido que para poner en marcha dicha "agencia tributaria propia" se requerirán al menos entre 6.000 y 7.000 trabajadores, mientras que, hasta la fecha, la ATC dispone de 350 empleados.
En cualquier caso, las fuentes antecitadas advierten de que para operar "a pleno rendimiento" son necesarios un mínimo de tres años de desarrollo y la colaboración del Gobierno.