El recurrente asunto de la deuda millonaria de la Generalidad con el Ayuntamiento de Barcelona vuelve a salir a la palestra. El equipo de gobierno municipal, en manos de CiU, ha reconocido este jueves que el Ejecutivo autonómico les debe, a fecha de 30 de abril, un total de 201,49 millones de euros. La oposición, y muy especialmente el PP, lleva tiempo acusando al alcalde, el convergente Xavier Trias, de no exigir el pago de esta deuda, en lo que se interpreta como una financiación encubierta de la Generalitat a través del Ayuntamiento, con las arcas más saneadas.

La cifra la ha reconocido la teniente de alcalde de Economía, Sònia Recasens, en la comisión municipal que se encarga del seguimiento de la evolución de la deuda del Gobierno autonómico con el consistorio.

Recasens se ha defendido de las acusaciones de no exigir el pago de esta deuda explicando que el Ayuntamiento la reclamará formalmente a la Generalidad. "Lo que quiere la ciudad es cobrar lo que se le debe. Pedimos formalmente la ejecución de los acuerdos establecidos", ha afirmado.

Pero también ha deslizado una excusa a sus correligionarios de CiU en el Ejecutivo autonómico, cuando ha añadido que el consistorio reclamará igualmente al Gobierno, aduciendo que 123 millones de la deuda se deben a pagos pendientes del Estado a la Generalidad, a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).

El PP afirma que la deuda real es aun superior

En relación a estos hechos, el concejal del PP Javier Mulleras ha aumentado hasta los 324 millones la deuda real, al añadir diversos préstamos del Ayuntamiento al Gobierno autonómico "en operaciones como Casa Burés, Spanair o Dhub,

Mulleras ha señalado que, durante 2014, el Ayuntamiento solo ha cobrado un 7,5% de la deuda de la Generalidad, y que dos tercios de esta deuda "tienen una antigüedad superior a un año". Igualmente, ha precisado que "el 40% de los cobros que ha recibido el Ayuntamiento son gracias al FLA aportado por el Estado.

"Sólo cuando el Estado paga a Barcelona la deuda de la Generalitat, y se lo resta de la transferencia a Artur Mas, Barcelona cobra", ha criticado. "Trias es un lastre doble para Barcelona, no exige como alcalde de la ciudad el cobro de la deuda a Artur Mas, mostrando su sumisión política a la Generalitat, y tampoco exige que Barcelona sea una prioridad en el pago del FLA", ha lamentado el concejal popular.

Para las deudas futuras, el consistorio ha anunciado que incluirá una nueva cláusula en los convenios financieros entre la Generalidad y el Ayuntamiento para que sea obligatorio establecer una fecha de vencimiento de los pagos, así como que, una vez sobrepasada, el ayuntamiento pueda exigir intereses de demora.