El desprecio que de forma sistemática muestra el nacionalismo catalán hacia todo aquello que considera ajeno o contrario a sus planteamientos está alcanzando niveles inéditos, alentado por la tensión generada por el proyecto secesionista que promueve el presidente de la Generalitat, Artur Mas.
El último ejemplo de esta realidad se ha podido constatar estos días en una tienda de productos de alimentación naturales de Calella (Barcelona), La Biobotiga, que ha colgado en su escaparate un cartel manuscrito que reza lo siguiente: "Si eres uno de los 200 policías que invaden Calella... NO ERES BIENVENIDO en esta tienda! (en castellano para que lo entiendas)".
El texto se refiere al grupo de agentes antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía que el Ministerio del Interior desplazó a Cataluña la semana pasada para apoyar, en caso de que fuera necesario, a las unidades de los Mossos d'Esquadra que se encargaron de sofocar los disturbios generados por grupos de antisistema tras el desalojo de la finca ocupada en Can Vies, en el barrio de Sants de Barcelona.
Los efectivos de la Policía Nacional se alojaron en un hotel de Calella y, al parecer, al comerciante en cuestión -al igual que a un buen número de columnistas de la prensa nacionalista- no le resultó grata su presencia.
De hecho, el Facebook de la tienda también muestra la foto del cartel acompañado del mensaje: "Acción directa!!! ;-)".