Manuel Vicent, escritor y periodista, en un artículo publicado este domingo en El País:
"[...] En unas recientes declaraciones Raimon ha tratado de matizar su postura frente a este proceso; se ha declarado no independentista; ha analizado los argumentos a favor y en contra, no por nada, más bien porque le gustaría probar primero cómo está de sal esa cazuela de pasiones que hierve ahora. Ha sido suficiente esta duda metódica, propia de un intelectual comprometido consigo mismo, de un artista más allá de la política rudimentaria, para que los talibanes de la independencia, en plena berrea de celo, se hayan abatido sobre él bajo el amparo del anonimato de las redes sociales para ensuciar una trayectoria intachable. Debe quedar claro que antes de llegar a la política, primero se requiere una integridad moral, después una libertad intelectual, luego una rebeldía social. Finalmente, se podrá alcanzar o no la independencia, pero esta no se librará de la miseria si está asentada en el fanatismo".