Unas 75.000 personas, según los sindicatos, y 10.000, según la Guardia Urbana, se han manifestado este jueves por el centro de Barcelona para reivindicar los derechos de los trabajadores, convocados bajo el lema 'Contra la pobreza laboral y social: ¡Más empleo, más convenios y más salarios!' por CCOO y UGT.
La tradicional marcha del Primero de Mayo se ha iniciado en Barcelona a las 11:30 horas en la ronda San Pedro y a ella se han unido representantes de ERC, PSC e ICV-EUiA, además de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), las mareas en defensa de la Sanidad y la Educación, y la entidad independentista Assemblea Nacional Catalana (ANC), entre otros colectivos.
Ciudadanos, por su parte, ya había anunciado que se abstenía de participar en la concentración de Barcelona -sí lo ha hecho en Madrid- como muestra de rechazo a la "complicidad" de los sindicatos convocantes con el proyecto secesionista promovido por Artur Mas, a quienes acusan de haberse alejado de los verdaderos intereses de los trabajadores.
El secesionismo del 1º de mayo en Cataluña
La manifestación, que también ha reunido a trabajadores afectados por EREs y ajustes salariales -como empleados de Panrico, Coca Cola, Cortefiel, Alstom, TV3 y Bomberos de Barcelona- ha estado teñida, en efecto, de abundantes senyeres y esteladas. No en vano, tanto Joan Carles Gallego (CCOO) como Josep Maria Álvarez (UGT) se han referido al proyecto independentista catalán para dejar claro que están "plenamente comprometidos" con el llamado "derecho a decidir".
En esta línea, ambos dirigentes sindicales han atribuido el auge del separatismo en Cataluña a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña de 2010 y a las políticas "recentralizadoras" del PP, así como a los supuestos "ataques" a la lengua, cultura y modelo educativo catalán.
El propio Álvarez ha anunciado su deseo de que el "derecho a decidir" se "extienda como una mancha de aceite" por toda España. Según él, "el 'derecho a decidir' no es la independencia, es el derecho a decidir el futuro y ha venido para quedarse", al tiempo que ha proclamado que el Tribunal Constitucional "no es quién para decidir en qué lengua tienen que estudiar" los alumnos de Cataluña.
Los sindicatos, contra el bilingüismo
El líder de UGT ha seguido lanzando proclamas vinculando las reivindicaciones obreras con el nacionalismo catalán, y así, ha defendido que la inmersión lingüística obligatoria en catalán -algo que el propio Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha empezado a corregir- es un "derecho conquistado" por los trabajadores, en tanto, según su relato, "fueron los partidos de izquierdas quienes lo consiguieron".
"La división en función de la lengua va en contra de los trabajadores", ha insistido Álvarez, puesto que, en su opinión, genera "desigualdades". Por ello, ha solicitado el apoyo a entidades como Som Escola, quienes han convocado una manifestación contra el bilingüismo para el próximo 14 de junio.
La protesta ha discurrido sin incidentes por la Via Layetana hasta concluir en la plaza de la Catedral. Allí, los secretarios generales de CCOO y UGT de Cataluña han cargado contra "unas políticas que sirven a los intereses del poder económico y financiero, y no de las personas", y Álvarez, en concreto, ha tildado de "nieta de franquistas" a la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica Oriol, de quien considera que representa un "parásito" por su propuesta de rebajar el salario mínimo interprofesional.